Bɪᴇɴᴠᴇɴɪᴅᴀ ᴀʟ ɪɴғɪᴇʀɴᴏ☠️

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-New York, 16 de abril 2018-

Es una noche fría en la ciudad de New York es como cualquier otra pero esta noche en particular llovía sin parar incluso algunos truenos se podían ver y escuchar. En un callejón se escuchó algunos disparos y un gritó muy agudo, los vecinos alrededores llamaron a la policía y en menos de 20 minutos llegaron a la escena encontrándose a dos personas tiradas en el suelo inconcientes: Una de ella un hombre dé piel rosa pálido con poco cabello de color casi rojizo con una herida en él pecho dónde le salía sangré sin parar, y a su lado una mujer también con el mismo color de piel pero con largo cabello color rosa fucsia, también con una herida en su pecho pero una pelinegra estaba al lado de la mujer con sus manos en el pecho de la mujer herida. ¡Alto ahí, levanta las manos! -Gritó el policía a la pelinegra apuntándole con su arma está estaba completamente empapada por la lluvia, ella volteó asustada levantando sus manos llenas de sangré qué probablemente era de la mujer. ¡Por favor ayúdenlos oficial! -Dijo la pelinegra con lágrimas en sus ojos, en ese momento la ambulancia llegó y asistió a la pareja herida.

Tiene derecho a guardar silencio, todo lo qué diga será usado en su contra. Tiene derecho a un abogado, si no puede pagarlo, él estado le proporcionará uno señorita -Dijo el oficial arrestando a la pelinegra.
¡¿Pero qué hace?! ¡Soy inocente! ¡Suéltame! -Gritó tratando de liberarse pero el oficial uso su fuerza para someterla, usando fuerza excesiva lastimando a la chica pero al final logró hacerla entrar a la patrulla. Ella a su vez sólo podía pensar en cómo terminó metida en esté enrolló.

Mientras tanto una figura misteriosa escondido detrás de una pared observaba cada detalle del arresto de aquella pelinegra con una sonrisa malévola. Al parecer aquel sujetó misterioso tenía un gran golpeé de suerte, ya qué culpaban aquella chica problemática, aquella chica de cabello negro con tatuajes en todo su cuerpo y piercings en su oreja izquierda. Al parecer él destinó o la suerte estaba a su favor y no podría evitar sentir soberbia, igual aquella chica no le caía nada bien cómo él resto de la gente qué la conocía.

La pelinegra llamada Marceline Abadeer de 25 años de edad de aproximadamente 1.72 cm de altura, experimentaba por primera vez El verdadero infierno en la cárcel, ella creía qué vivir en las calles era malo pero la cárcel en verdad era algo totalmente diferente: Un verdadero infierno y se preguntaba ¿Si en verdad merecía vivir todo esté dolor? ¿En verdad merece pasar toda su vida en la cárcel? ¿Merece sólo sufrimiento? ¿Merece pudrirse en la cárcel? ¿Acaso no merece un poco de amor y comprensión? ¿Nadie le dará una segunda oportunidad?. Ella estaba casi segura qué pasaría toda su vida ahí encerrada ya qué la culpaban sin pruebas pero la pelinegra no tenía tan mala suerte cómo podría esperarse porqué justó en su caminó llegará un ángel puro a su vida...Tal vez por casualidad, tal vez por suerte, tal vez porqué ya estaba destinando. Aquel ángel lucharía por ella más de lo qué cualquier persona lo haría, su nombre es Bonnibel Bubblegum.

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