29 de Mayo
Traga en seco mientras observa que una conversación incomoda y forzada está a punto de llevarse acabo. Mikasa trata de limpiar el sudor de sus manos mientras su corazón late deprisa ansioso por escuchar lo que se avecina.
—Mi nombre es Levi, encantado de conocerlos— alza la mano y habla con mucha seguridad mientras la pareja que tiene enfrente lo analiza de pies a cabeza.
La chica mira de plano a plano la situación. Su amado ex-profesor sosteniendo firmemente la mirada ofreciendo su mano y por otro lado, sus padres mirándolo sorprendidos.
No pensó llegar a estas alturas, pero es lo correcto si quieren empezar algo serio. Levi fue más el de la idea.
El señor Ackerman acepta la mano de Levi dudoso y la estrecha delicadamente.
Parece un crossover épico, dos mundos paralelos juntándose... Dos hombres que ni en sus sueños más retorcidos pensaba verlos juntos.
Levi suelta la mano del señor Ackerman y la alza nuevamente para que la señora Ackerman la tome.
—¿Dónde dice que conoció a Mikasa? — pregunta educadamente la señora Ackerman ocultando su irritación e ignorando la mano.
—Fui profesor de su hija en la universidad— responde Levi sin temor alguno y bajando la mano.
—¿Profesor? — pregunta alterada.
—Lo fui solo por un semestre, ya no impartiré clases a su grupo por lo que ya no será mi alumna.
—¿Qué no es eso anti-etico?
—Mamá, no lo es si...
—Mikasa, estoy hablando con él. ¿Nos puedes dar un segundo, porfavor?
Mikasa se sonroja y baja la mirada apenada.
—Lo era, ahora no soy su profesor ni tampoco intervengo en decisiones de la facultad respecto a su hija.
—¿Y si ellos se llegan a enterar? ¿Qué piensa decirles?
Levi mira a la ya abochornada Mikasa y delicadamente acomoda un mechón de sus cabellos detrás de una oreja.
—Aceptaré toda responsabilidad y trataré que Mikasa no se vea perjudicada hasta después de su graduación. Yo aceptaré las consecuencias de mis acciones, a Mikasa ya no podrán reprocharle nada.
—Me da gusto que tenga en mente las consecuencias que puede obtener un hombre que piensa salir con una joven como mi hija— la señora Ackerman poco a poco va afilando su lengua—. Le advierto que en la primera llamada de atención que le hagan, usted se las verá con nosotros.
Le avergüenza que puedan pensar sus padres de ella por el hecho que Levi es "algo" mayor que ella.
—Tch. Acepto todo lo que conlleva el hecho de querer salir con su hija. Por eso le insistí que me dejara presentarme ante ustedes. Las mentiras enredan y después ahorcan.
El señor Ackerman pone una mano en el hombro de su hija para captar su atención.
—¿Esto es lo que quieres, Mikasa?— le pregunta tranquilamente—. Ya eres una adulta y debes estar segura de tus decisiones.
Ella solo asiente con la cabeza sonrojada mientras busca la mano de Levi.
Es él quien la encuentra y aprieta tiernamente sus dedos contra los de ella para brindarle valor.
—Mikasa, ya sabes que pienso sobre esto— la chica observa de reojo que Levi los mira con demasiada atención—. Pero si es lo que quieres...
Su madre no pronuncia ni una sola palabra, solo los observa con los brazos cruzados.
No puede creer que su esposo se quedó a la mitad del camino.
—Eres muy joven...— susurra ella.
Un comentario cargado de veneno, ya esperaba alguno de parte de ella.
—¿Acaso te será cómodo salir con él a las fiestas de tus amigos? No lo creo. Un hombre entre jóvenes, me parece absurdo.
Mikasa comienza a enojarse, pero Levi tira de su mano y le hace señal que permanezca callada.
—Sabes muy bien lo que pienso, Mikasa. No soy tan blanda como tu padre... No en estos temas.
—Lo sé— responde cabizbaja.
—Mírame cuando te estoy hablando. Levanta la mirada si él es lo que quieres.
Mikasa tiembla asustada.
—¡Hazlo, demuestramelo!— la voz de la señora Ackerman hace eco en su cabeza.
Mikasa respira hondo y alza la cabeza. Aprieta aún más fuerte su mano. Es Levi a quien quiere y lo va a demostrar.
La mujer se lleva una mano hasta su boca, tiembla unos segundos y comienza a llorar. Su esposo la rodea con un brazo.
—Mamá...— suelta a Levi un momento para acercarse a ella.
—Mikasa... Permítenos conocernos antes de volver esto "formal"— le pide entre sollozos y después fija la mirada en Levi.
El hombre encoje los hombros y asiente con la cabeza.
—Será un honor, Señora Ackerman.
Mikasa Ackerman sonríe y asiente con la cabeza. Su corazón da un brinco de alegría al ver que no ha salido tan mal de todo.
El señor Ackerman se acerca a Levi y le da unos golpecitos en la espalda.
—¿Qué tal si hacemos una parrillada? Ya es tarde para ir a cazar. ¿Sabes cazar?
—No señor, pero se de Parrilleria. Me han invitado a cursos— responde Levi seriamente.
El hombre suelta una risa y le mete otro manotazo en la espalda.
—Habló el experto, necesito ver para creer. Mi hija no come carne quemada ni cruda.
Mikasa suelta una risita junto con su mamá mientras Levi se ve arrastrado por el señor Ackerman.
Su madre la toma del antebrazo y siguen al par de hombres.
—Es la primera vez que cenaremos cuatro personas, ayúdame a decorar el jardín. ¿A Levi le gusta el vino? Podemos preparar un buen clericot(1).
—No es especial con la comida ni el alcohol.
—Se ha ganado unos puntos, vamos a ayudarles.
Siente un calor agradable en su pecho, nunca había sentido este tipo de felicidad en su vida.
Se siente aceptada, completa... Por primera vez Mikasa siente que ha encontrado una pieza perdida que le faltaba a su familia.
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(1) Clericot: Es una bebida a base de vino tinto, hielos y se le pone trozos de frutas.
Ampliamente se los recomiendo para verano, siempre lo tomo en comidas al aire libre. Salud.
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La regla de oro
FanfictionToda mujer tiene derecho a enamorarse libremente, pero los hombres casados están prohibidos. Enamorarse o engatusar a uno de ellos es traición hacia la sociedad femenina, o eso es lo que declara la regla de oro que inculcaron a Mikasa desde pequeña...