Entre más alto vueles en una burbuja...
Aun doliéndole los labios por los recientes mordiscos "instruidos" por su profesor, Mikasa le observa desde la ventana de su sala y sonríe al cruzar mirada. No sabe el motivo por el cuál aun no arranca el motor.
Si no fuese el hecho de que ella detuvo todo para bajar el vehículo, una cosa hubiese llegado a otra. Aún se lamenta por no proseguir, pero quiere darse su tiempo. No puede pensar con las piernas. Apenas compartieron los primeros besos (de tal vez muchos).
Habían acordado que saldrían una que otra ocasión más, ella le pasó su número telefónico y él prometió en llamarla lo más pronto posible. Su suerte parece cambiar, al fin podrá salir y hablar mucho más tiempo con su amado profesor sin interrupciones, alumnos ni... oh si, aún queda su esposa y la regla de oro. ¿Qué más da? Pueden jugar a las escondidas ante los demás, a fin de cuentas, es el juego con más adrenalina que conoce.
Todo le da vueltas, se siente atontada. Está atontada por Levi. Sus piernas se vuelven ligeras y su ego le hace sentirse hermosa y deseable,
Siente como su celular vibra en su bolsillo trasero, lo saca y lee el mensaje recibido de un número no registrado.
"Excelente presentación, Mikasa. El manejo de la lengua fue acertado. La próxima clase será ligera, hablaremos de ciertos conceptos del proyecto. Descansa."
–Que profesional...– bromeó susurrando.
Alzó la mirada buscándolo nuevamente, pero el auto ya estaba en movimiento y se retiró lentamente.
Permaneció unos segundos más observando la ventana, pero no le volvió a ver. Daba igual, pronto le volvería a ver la cara y eso le llenaba de emoción.
Hoy era un día especial ensu vida, estaba segura que esa sonrisa y el sonrojo tardarían bastante edesaparecer, tanto que estaba segura que aun los portaría cuando Levi le llamepara verse. Está segura que eso será pronto.
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La regla de oro
FanfictionToda mujer tiene derecho a enamorarse libremente, pero los hombres casados están prohibidos. Enamorarse o engatusar a uno de ellos es traición hacia la sociedad femenina, o eso es lo que declara la regla de oro que inculcaron a Mikasa desde pequeña...