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Era buena estudiante, con beneficios, pero lo era

Cuando llegó tarde por primera vez, Levi no tomó su retraso pues le marcó su asistencia completa. La segunda vez que llegó a final de la clase, igual lo ignoró y le otorgó la asistencia., y cuando llegó el día que faltó, para el profesor Mikasa sí estuvo presente y mantuvo su asistencia impecable.

El hecho le era extraño pues era un profesor estricto. Las asistencias eran un porcentaje elemental para la calificación de parciales. No encontraba una razón lo suficientemente buena para que tuviera una calificación buena gracias a su "asistencia perfecta".

-Deberías hablar con él, Mikasa- sugirió Sasha al ver de reojo la calificación de su amiga-. Igual me alegro por ti, después de que Nanaba nos dijera que él habló con ella sobre tu buen desempeño y si le sumamos tu asunto con las faltas, ¿No crees que los demás sospecharán algo?

-No tienen que sospechar nada, no he hecho nada malo- se defendió.

-Tu no, él si- golpe duro, Sasha tenía razón-. ¿Desde cuándo tiene preferencias contigo? No me digas que...- soltó una risita.

-Claro que no.

-¡Estás sonrojada! ¡¿Te gusta?!- preguntó sorprendida.

El aula se quedó en silencio y Levi desde su escritorio quien atendía a algunos alumnos inconformes con su calificación, miró extrañado al par de chicas.

-Silencio, por favor- ordenó molesto.

Ambas chicas obedecieron. En cuanto él volvió a lo suyo, Sasha rompió el silencio en un susurro.

-Mikasa, recuerda que es casado. Por dios, tiene a su esposa de fondo de pantalla en todo. No te hagas ilusiones por sus buenos tratos, ¿De acuerdo?

Un sentimiento de incomodidad y tristeza llegó a ella, era cierto. Aunque su atracción por él se debía a que era una persona tan atractiva, buen prospecto e inalcanzable por su estado civil y profesión; a Mikasa le resulta difícil ignorarle, aunque Sasha le recuerde lo que lo hace casi perfecto.

-No te preocupes por ello- respondió mientras observaba a lo lejos a Levi dándole indicaciones a un alumno.

No le pedirá explicacionesa Levi sobre los beneficios brindados (por hoy) pues no quiere levantar sospechas con sus compañeros, pero un atropello de emociones le consume la conciencia al analizar todo lo que hace por ella.

Le admira, pero le preocupa pues no quiere verse incapaz de hacer su propio esfuerzo y de aceptar las consecuencias de sus actos.

Mañana temprano será su oportunidad para sacarse de dudas.

La regla de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora