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Muse con papas fritas.

Según la definición de "picnic", se le considera realizar una comida en un campo o lugar abierto y que usualmente participan varias personas en el encuentro. Lo que realmente sucedió se le puede llamar "intento de picnic bajo techo".

En cuanto llegaron a un parque con bastante área verde y que por el momento se encontraba solitario, al ver el césped un poco humedecido y el sol molestaba más de lo habitual, prefirieron comer dentro del auto, pero con buen paisaje a la vista.

"Uprising" acompañaba la comida de ambos y una que otra vez se atraparon mutuamente robándose papas fritas. La cita improvisada era como un sueño para los ojos de Mikasa y para Levi era la primera comida fuera de lo común, pero a la vez tranquila, algo que disfrutaba bastante.

El hecho de sentir adrenalina por estar con una chica prohibida, escuchar su banda favorita desde que era un adolecente rebelde y la comida chatarra; le hace recordar todo lo que conllevó su vida antes de convertirse en un adulto aburrido.

Un simple comentario sobre la canción y como Muse le motivó en el mundo de la música fue todo lo necesario para entrar en conversación sobre su vida FreeLancer, aquella en la que aún era soltero y no tenía mucho dinero en su cuenta bancaria.

–¿Maestro de música? Vaya, nunca creí que iniciaras de esa forma– comentó sorprendida ante el relato de Levi.

–No todos empezamos excelentes vidas laborales tan jóvenes– añadió–. Cuando creí que no tendría mucha oportunidad de trabajar en buenas empresas, me resigné a seguir mi sueño junto con la música. Así que empecé a dar clases de música en casa.

–Entonces, ¿Cómo llegaste a tu actual trabajo? Me imagino la mayoría de los CV recibidos en esa empresa son desechados, debieron ver algo bueno en ti.

Levi muestra una mueca extraña. Parece sonreír, pero a la vez muestra incomodidad al fruncir el ceño. Mikasa ruega en sus adentros que jamás vuelva a hacerla.

–Otro día te contaré esa historia.

–¿No me la quieres contar porque involucra algo comprometedor?

Levi sonríe y le roba papa frita.

–Tal vez– su sarcasmo se luce de nuevo.

La mirada confundida de Mikasa fue suficiente para que él se retractara.

–Fue en aquel día que se me ocurrió ponerme una gorra con el logotipo de la competencia y en cuanto me la vio el padre de uno de mis alumnos, platicó conmigo sobre mi carrera y me ofreció entrar a la empresa para la que trabajaba a cambio que quemara esa gorra.

Ella le mira incrédula, ¿Realmente así de fácil fue conseguir trabajo en esa empresa?

–Y la...

–No, yo no. Él se la llevó en cuanto me aceptaron.

Mikasa sonríe divertida, nunca llegó a imaginarse tal situación. Por la manera de actuar y su estilo llegó a imaginar que se esforzó lo suficiente como para entrar a ese lugar o simplemente, lo común, un contacto de confianza, aquellos que tienes de bolsillo y son exclusivos.

–Oh, bueno, me sorprende un poco– concluyó calmada–. Mientras no entraras bajo una situación muy comprometedora, todo está bien.

Levi le volvió a robar una papa frita a lo que ella por fin le llamó la atención dándole un manotazo.

–Es la segunda vez que lo mencionas, ¿A qué te refieres con "situación comprometedora"? – Mikasa sonrió nerviosa, no había notado ese detalle.

–Olvídalo, algo sacado de la manga.

–¿Te refieres a que hubo intervención sexual?

Mikasa nuevamente tuvo un ataque de pudor.

–¡N...No!– respondió avergonzada.

Levi solo se quedó observándola haciéndola sentir más indefensa y torpe. Por dios, acababa de mencionar la palabra "sexual" y todavía se atreve a mirarla de esa forma.

Trata de controlar su respiración, sabe que no llegarán a ese punto a menos que ella ponga de su parte y realmente, no quiere por el momento.

–Justamente hay algo que deberíamos hablar sobre ese tema– por fin desvió la mirada–. Aunque primero necesito que te relajes, no voy a morderte.

Nuevamente lo maldice desde sus adentros, ¿Cómo piensa que se calmará con eso último que mencionó? Lo hace a propósito.

Supone que la quiere provocar en alguna forma.

–Escucha, creo que es necesario remarcar que no...– Levi no encuentra palabras y eso le molesta. En cambio, a Mikasa le parece aún más tierno verlo sonrojarse–. Tch, es necesario que marquemos un límite en cuanto lo sexual.

"Sexual", he ahí de nuevo esa maldita palabra. No es una estudiante de secundaria como para no deducir que a estas alturas y con estas edades la mayoría de parejas de su entorno, por así decirlo, ya están acostumbradas a tener encuentros sexuales.

Escuchar bastantes veces a sus compañeras en pláticas intimas le ha moldeado la idea, más no le ha animado del todo a experimentar con los chicos. Siempre suele participar –con mucha reservación también– en las charlas intimas sobre las típicas preguntas sobre la virginidad, anticonceptivos, embarazos y hasta el tamaño deseado de los órganos reproductivos, pero jamás ha tenido algún encuentro.

En pocas palabras, si, Mikasa Ackerman aún es virgen. Dato que no quiere mencionarle a Levi, aun sin saber a dónde va esta platica.

–¿A...A que te refrieres? – su corazón late con tanta fuerza que siente que le atravesará el pecho.

Levi respira hondo y suspira tranquilo.

–Quiero pedirte que por ahora todo lo sexual quede aparte, no quiero que te sientas obligada ni tampoco presionada. No pienso incitarte a que tengamos relaciones pues aun eres alumna de la facultad y yo profesor de esta.

A pesar de sentirse aliviada por el hecho de no sentirse lista, surgió una pequeña inseguridad, ¿Y si realmente se inventó todo esto por el hecho que no le gustaba su cuerpo?

–No quiero que te lo tomes a mal, esa no es mi intención.

–No, entiendo. También estoy de acuerdo con ello, aún es muy pronto.

Levi comenzó a acariciarle su pierna izquierda a lo que hizo que ella diera un saltito.

–Podríamos intentarlo en cuanto te gradúes.

Su imaginación comenzó a trabajar y eso le hizo sentir incomodidad, pero no le desagradaba del todo la idea.

–O a menos que tú me lo pidas, esa es otra opción– dejó de acariciar su pierna y por fin recogió la basura acumulada–. Ya casi es hora de entrada, será mejor que te lleve a tu casa, ¿Te parece... ¿Mikasa?

La joven sumamente sonrojada solo asintió, aun no sabía cómo procesar todo lo que acaba de suceder. No sabe si esa fue una insinuación indirecta o solo está suponiendo.

Definitivamente aún hay mucha desconfianza a todo lo que Levi dice y eso no le gusta del todo.

La regla de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora