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Margaritas, sonrisa de sol.

Cuando Sasha ríe a carcajadas muestra una sonrisa brillante que pocas veces Mikasa tiene el privilegio de apreciar. Ella tiene una gargantilla de margaritas que le combina bastante bien. Viste muy bien desde que entró a sus prácticas profesionales, claro, es porque ella recibe paga.

Dejando eso a un lado, salir con su amiga le hace olvidar un rato su pequeña travesura que porta el nombre "Levi Ackerman" y le hace disfrutar de cada segundo que pase con ella.

Cada vez más cerca de graduarse no puede evitar imaginarse una salida de su futura vida libre de la universidad con trabajo estable, un café y el paisaje mostrando un cielo al atardecer a lado de Sasha mientras hablan de sus vidas laborales y uno que otro posible amor.

La juventud femenina es gloriosa, brillante y audaz, tiene un sabor dulce a cereza y es fresca como una bebida gaseosa. Sonrisas de sol y lindas como margaritas. Es aquella misma que mueve los hilos para que dos chicas sostengan una conversación graciosa en el transporte público aun sabiendo que pueden incomodar a los pasajeros.

Eso no le importa a Mikasa si es Sasha la persona con quién ríe, no hay problema.

–Marlo es un amor, pero en efecto, su corte no le ayuda– añadió Sasha mientras trataba de tranquilizarse.

–Corte de tazón– le recordó la otra.

Sasha volvió a reírse a carcajadas.

–Dejemos en paz el cabello de Marlo– una vez reincorporada continuó, –Aunque no le vendría, al dejárselo crecer, hay casos en que los hombres con cabello largo se ven muy bien...

Mikasa trató de imaginarse a Marlo con cabello largo a lo que el resultado no fue para nada agradable, el concepto de Tarzán pasó por su mente.

–Necesitaría al menos un buen ejemplo para creerte– respondió incomoda.

Sasha torció la boca de izquierda a derecha simultáneamente mientras pensaba.

Su acompañante en su espera miró por la ventana del autobús y admiró el paisaje urbano. Siempre le he parecido agradable pasear después de al medio día, el sol es agradable y todo parece obra de Van Gogh.

–¡Ya sé! – por fin Sasha dejó el trance–. El profesor Levi.

Mikasa miró sorprendida a su amiga. ¿Por qué de todos los hombres tuvo que mencionarlo? ¿Acaso no le pasó por la mente Keanu Reeves?

–Piénsalo, si tan solo dejara crecerse un poco más el cabello y se lo recogiera, se vería... bueno, no es guapo, pero tampoco feo. Si se hiciera ese cambio de look, yo si le entraría como agua al titanic.

–No digas más, que desagradable– miró hacia otro lado para ocultar su sonrojo.

Sasha la miró con picardía, sabía que respecto a este tema aún podía sacarle suficiente jugo.

–A propósito, ¿Qué pasó con él? ¿Ya se decidió a tomar en cuenta tus faltas? – le brindó un codazo en el brazo.

El sonrojo de Mikasa incrementó ante la broma, ¿Qué clase de pregunta era esa? ¿Y qué clase de respuesta sería: "Oh nada, solo una relación a escondidas y si, ya me toma las faltas. Nada en especial"?

–Nada– respuesta seca.

–Uh, ¿"Nada"? ¡Patrañas! – le dio otro codazo–. ¿Ya no han hablado?

Mikasa negó con la cabeza, faltaba palabras para una excelente mentira.

–Fuera de bromas. Me alegro, ese comportamiento de él me ponía tensa. No sabía si hacía las cosas de buena fe o algo tramaba.

Recordó ligeramente aquella ocasión en la que Levi les pidió a sus compañeros que sonrieran como ella durante el tercer parcial o sus ayuditas con su calificación.

–No te preocupes por eso, todo se malinterpretó y más con los comentarios de nuestros compañeros– por fin se le ocurrió como continuar con la mentira.

–Siendo honesta y dejando las sospechas, Levi fue un buen profesor aun con sus fallas de principiante. nos ayudó mucho en el examen final y hasta bromeó con la mayoría. A mí me ayudó con una pregunta al ver que estaba mal. Le respeté al apreciar su último esfuerzo de llevarse bien con el grupo, aunque fuera el ultimo día que lo veríamos.

Orgullosa de "su profesor" Mikasa sonríe a sus adentros y le estima aún más esa parte primeramente conocida de Levi. Será un pensamiento caprichoso, pero ahora con la informalidad que maneja su relación con este, a veces suele extrañar la postura profesional.

–Ahora que me escucho, he razonado algo. Existe la posibilidad que Levi te apoyaba de más porque tú le recordabas a él de joven, simpatizó a nivel que quiso que pasaras su materia a toda costa– soltó una risita– Ojalá yo hubiese llegado más temprano todos los días para poder hablar con él y me ayudaste también.

No es una conclusión que esperaba oír, pero probablemente tenga razón (en una parte). Le gustaría hablar con Levi sobre este tema, de su grupo y también para sacar sus propias conclusiones sobre su "ayuditas de más".

–*–*–*–

Aprovecho este capítulo para mencionar que esta historia por fin llega a los 1 K votos y es algo que me sorprende bastante. En cuanto subí los primeros capítulos de la historia en verdad no esperaba tanto apoyo y por varias circunstancias e inseguridad del momento quise borrarla, pero me fue imposible ya que en cuanto estaba a punto de hacerlo ya tenía lectores.

Hay tanto que contarles aun sobre la regla de oro, pero quisiera ahorrármelo hasta el final de la historia para no arruinar la trama. Agradezco de corazón su apoyo, cada día trato de mejorar mi escritura y si no fuera por ustedes, realmente no escribiría a como lo hago ahora.

También vale la pena decir que estoy tan contenta de saber que, gracias a esta historia, he conocido y tratado hermosas personas, demasiado hermosas. Eso es todo por ahora, sigamos adelante.

Gracias

La regla de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora