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I'm Falling

El sol brilla por la mañana, las palomas revoletean alrededor, familias salen a pasear y una pareja de desconocidos ocultan sus identidades bajo gafas de sol y se sientan en las escaleras de una plazoleta publica, desapercibidos, inexistentes en el mundo. Solo disfrutando del uno del otro.

Hoy no son Mikasa y Levi, simplemente son "ellos".

"El hombre" le pasa a "la chica" una serie de hojas de maquina con escritos a mano. Ella sonríe como respuesta. Su sonrisa brilla aún más con el sol de las 10 a.m., hace que todos los colores se saturen y el aire sea más fresco. Radia tanta energía armoniosa, producto de una mujer enamorada. 

Él por su parte solo contempla su belleza tan sencilla que le llena de satisfacción, pasa un mechón de los cabellos negros detrás de sus pequeñas orejas de la femina y se acerca aún más a ella. 

-No sabía que escribes canciones- menciona emocionada, le encanta conocer más facetas de Levi y confirmarse aún más lo genial que es.

-Desde que era estudiante- le abraza por la cintura. 

Su tacto siempre le causa un cosquilleo energético, como si se produciera un big bang en su pecho y las estrellas salieran volando por cada centímetro de su piel. 

-Me gusta esta frase: "Tu risa me guiará a salir de este abismo, siempre has sido tú"- señala lo leído con un dedo.

Siente un fuerte presentimiento que esa línea la escribió pensando en ella.

-¿Sabes? A mí también me gusta escribir de vez en cuando...- confiesa tímidamente.

-¿Y cuándo piensas mostrarme tus escritos?

-No es tan fácil, aún no algo concreto que mostrar. Solo simples frases...

-Aún así, me gustaría leerlas. 

-Algún día, ya verás. Cuando tu seas famoso, tal vez te escriba una canción.

-¿Una de amor?- aprieta tu cintura.

Ella vuelve a sonreír.

-Probablemente, tal vez una canción y un libro.

Levi suelta una carcajada.

-¿Un libro? Pero si apenas te estoy convenciendo que me muestres una frase escrita por ti.

Mikasa se acomoda en un hombro de su antiguo profesor y busca su mano. Al entrelazarla, continua.

-Eres la primera persona que me hace sentir tantas cosas que desconocía, tantas que no quiero olvidar y por eso he escrito algunos párrafos- lo voltea a ver y con su mano libre le acaricia una mejilla-. Haces que mi corazón lata con alegría y me sienta en una película romántica que me daría asco de ver, pero me agrada. Me agradas bastante como para pensar en demasiadas cosas dulces y rosas, Levi. Me siento tan atontada a tu lado, aún me haces temblar.  

Levi le acaricia su cabello en silencio. 

-¿Necesitas más pruebas de que escribo de ti? Si tan solo pudieras entrar a mi mente y vieras lo hermoso, genial y casi perfecto que eres para mí. Eres el único que vale la pena cada segundo. Algún día te mostraré lo que pensé de ti desde el primer día, tan solo sé paciente y sigamos viviendo esto.

-Gracias por verme así, Mikasa- fue lo único que respondió.

 La pareja de desconocidos permaneció abrazados un momento más, ella sonrojada sonríe enamorada, con el alma desnuda y sin importarle nada, pues dijo lo último que le faltaba por confesarle y él... sosteniendo a la persona más pura quien lo admira más que a nadie.

* - * - *- *

¡Hola a todos! De nuevo les agradezco mucho su paciencia y su tiempo para leer esta historia. No saben lo feliz que me hacen.

Ya estamos un poco más de la mitad de la historia, estaré publicando más seguido debido a que por fin cambié de trabajo y tengo más tiempo libre.

¡Pronto sabrán más de la regla de oro e info que les gustará conocer! Muchas gracias por hacer esta la historia más leída de mi perfil.

La regla de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora