13

822 61 7
                                    

Capítulo 13

Mackenzie.

Mierda, tendría que haber leído más novelas románticas para saber cómo salir de ésta.

Es decir, ¿Qué es lo que hacían las chicas de las novelas cliché en estos momentos? ¿Besaban al chico? ¿Se levantaban como si nada? ¿Hacían una pirueta con doble tirabuzón? Esto es más difícil de lo que nunca habría imaginado.

Pero la pregunta era, ¿Realmente quería salir de ésta situación?

Tenía una perfecta visión de todo su rostro, de sus anaranjadas pecas salpicadas por sus mejillas o de sus cristalinos ojos, incluso de sus labios, levemente enrojecidos.

Sus labios. Sus prohibidos y...deseables labios.

Pude observar que él también estaba entretenido recorriendo con su mirada mis facciones, mis defectos, mis detalles.

Todo mi cuerpo era nervios, y éstos aumentaron cuando el pelirrojo se centró en una parte específica de mi cara.

Estaba observando mis labios.

Vale Mackenzie, respiramos…inspiramos…Volvemos a coger aire…

¿Se había paralizado todo a nuestro alrededor o sólo me lo parecía a mí?

Ninguno de los dos dijo nada, tan sólo estábamos ahí, observándonos con detenimiento, diciéndonos tantas cosas sin decir una palabra.

Pude sentir como sus brazos se tensaban sobre el suave colchón; Al parecer no era la única persona nerviosa en la habitación.

Observé cómo acercaba su rostro, al mismo tiempo que iba deteniéndose en cada milímetro que avanzaba.

No, esto estaba mal. No podía expresar cuánto deseaba un beso de aquel pelirrojo, pero no podía dejar de pensar en la pobre chica que sería engañada en breves. Esto no podía pasar.

Y en ese momento, no sabía con certeza si había sido una inspiración divina o la simple casualidad, pero un mensaje llegó a mi teléfono. El característico sonido hizo que despertásemos de ese trance que nosotros mismos habíamos provocado.

Instantáneamente, Ed se levantó de la cama y me dejó espacio para que yo también imitara su acción

¿Qué demonios acababa de pasar?

-Lo siento, que torpe.- ¿En serio Mackenzie? ¿Casi te das el mejor beso de la historia y eso es lo único que se te ocurre decir?

El tan sólo me observó detenidamente para después esbozar una de sus dulces y características sonrisas. Estaba empezando a dudar de si también era actor, o simplemente lo que acababa de pasar no le había importado lo más mínimo, y quizás era esto último. Era famoso, quizás estaba acostumbrado a ver cómo las chicas se paralizan con sólo sonreír o mirarlas.

-¡Mackenzie, Ed!-Gritó mi madre desde el piso de abajo.-La cena está lista, podéis bajar.

Observé a Ed, que seguía cruzado de brazos, sin despegar su mirada de mí.

-¿Vamos?-Mostré una media sonrisa que, para qué mentir, ni yo podía creerme; Acumulaba bastante tensión en mi cuerpo después de lo que había pasado.

El pelirrojo asintió y bajamos las escaleras en un total silencio, un silencio bastante incómodo.

Ashton y mamá nos esperaban en la cocina; Pude observar que la mesa estaba…diferente. La cubertería era nueva, los típicos vasos que siempre poníamos habían sido cambiados por un par de copas relucientes, y unas velas blancas adornaban el centro de la mesa.

Cold Coffee. |Ed Sheeran|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora