26 (2/2 Maratón)

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Mackenzie.

Caminaba a mi casa junto con Samuel, mientras charlábamos despreocupadamente. Él movía nuestras manos al ritmo que paseábamos, mientras entrelazaba nuestros dedos y acariciaba el dorso de mi mano con su pulgar. Quizás podía acostumbrarme a esto...Podría acostumbrarme a salir con Samuel.

Samuel...Edward...

¿Por qué demonios él no podía salir de mi cabeza?

Un mensaje de texto llegó a mi teléfono y lo abrí.

Leí el mensaje y abrí los ojos. ¿Quién demonios...?

"Eres una zorra, ¿Por qué no te vas de una jodida vez? No quiero volver a verte cerca, él es mío."

-¿En qué piensas bonita?-Dijo él mientras subía nuestras manos.

-Em...Nada, cosas mías.-solté una risita guardando mi teléfono y bajé nuestras manos.-¿Quieres quedarte a comer?

[...]

-¡Espera Ed!-Corrió hacia mí cuando me paré.

-¿Si?-Me giré para verla. Jugó con las mangas de la sudadera tímidamente.

-¿Quieres quedarte a cenar? Está lloviendo más que antes, y la carretera puede ser peligrosa...

[...]

¡Joder! Sacudí mi cabeza intentando que ese pensamiento se esfumara de ella. Necesitaba a Ed fuera de mi vida, al menos por ahora...porque sé que no soportaría ver un sólo beso más entre Emma y él.

-Lo siento linda, pero tengo que irme a la universidad.-Dijo él mientras soltaba mi mano.-Te llamo luego, ¿sí?

Asentí con mi cabeza y se acercó para dejar un beso en mis labios, que fue a más de un simple beso. Me acercó lentamente de la cintura y profundizó el beso, mientras yo lo agarraba de los hombros. En un momento, sus manos fueron descendiendo poco a poco desde mi cintura.

-Relájate.-Dije mientras quitaba sus manos de mi trasero.-Hay niños en ese parque de allí.

-Lo que no hayan visto en estos tiempos...-Sonrió y besó mis labios nuevamente.

-Anda, vete ya que llegarás tarde.-Dije a mitad del beso mientras sonreía.

-Creía que no tendría una oportunidad contigo jamás.-susurró y besó mi frente.-Adiós bonita.

Se despidió con su mano y comenzó a caminar hacia la universidad.

Solté un suspiro mientras lo veía irse. Sí, quizás sería fácil enamorarme de él.

Saqué las llaves de mi mochila y abrí la puerta de casa. En el momento que abrí la puerta, una bolita de pelo anaranjada se paseó por mis piernas.

Acaricié al pequeño gatito callejero que raramente no se fue al primer toque de mis dedos en su suave pelaje. Hacía bastante que no tenía mascotas, y el último gato que tenía se lo regalé a Alice por su cumpleaños, simplemente porque sabía que lo cuidaría genial.

-Hola pequeño.-Lo cogí en brazos con cuidado. Era un gato de pelaje anaranjado bastante pequeñito de ojos azules, y al parecer no parecía tener dueño.

No sabía si me lo quedaría, pero entré en casa con el pequeño gato en mis brazos y lo llevé a la terraza que estaba cerca del salón.

Lo dejé en el suelo y fui a la cocina a por una lata de sopa preparada.

Lo vertí en un cuenco y se lo dejé al lado. En seguida el gatito comenzó a comer y lo miré con ternura.

-Que sepas que si llegas a quedarte aquí, tu nombre será...-Pensé en un buen nombre para un gato.

Cold Coffee. |Ed Sheeran|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora