Cold Coffee. |Ed Sheeran|

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Mackenzie POV

-¿Seguro que no quieres que busque ninguna solución a lo de tu padre? Sabes que sólo queda un día para irte.-Escuché la voz del pelirrojo por enésima vez, mientras conducía camino al instituto.

Suspiré mientras negaba en silencio y abría la ventanilla del asiento del copiloto.

-¿Y si voy yo también a Italia? Sólo es un fin de semana, no creo que afecte mucho a la gira.-Volvió a insistir; Sabía sin duda que el hecho de tener que irme a casa de ese hombre que se hacía llamar mi padre no le agradaba ni un pelo, pero era lo mejor para todos.

-Ed, tienes un concierto el sábado en Londres.-Le recordé, a lo que él chasqueó la lengua para después murmurar una palabra no muy bonita.

Palmeé su hombro suavemente.

-Recuerda que Ash estará conmigo, sólo tendré que aguantar esos dos días con él y su familia, y a la mañana siguiente ya estaré en el avión con el cabello de regla.-Maldita Alice, ya se me habían pegado sus motes hacia mi hermano.

El pelirrojo soltó una carcajada y sujetó mi mano con suavidad cuando llegamos a un semáforo en rojo.

-Debes entender que me preocupo por ti.-Masajeó el dorso de mi mano con su pulgar.-No sé que has hecho conmigo, castaña, pero ahora no puedo alejarme de ti tan fácilmente.

Esbocé una media sonrisa y besé su mentón, que estaba cubierto por una linda barba de tres días.

-O te afeitas del todo o te dejas la barba crecer, ahora pincha.-Dije a la vez que tocaba con mi dedo su mejilla, haciendo que soltara una sonora carcajada y aceleraba de nuevo.

Lo que no sabía es que esa sería la última vez en mucho tiempo que lo vería sonreír como ahora.

[...]

-Mierda, ese es el profesor de mi primera hora, lleva una pila de hojas.-Comenté horrorizada.

-¿Y eso quiere decir que...?-Preguntó el pelirrojo con una expresión de duda.

-Eso quiere decir que hay una probabilidad muy alta de que tenga examen sorpresa.-Suspiré mientras cogía mi mochila y daba un beso rápido a mi acompañante en los labios.-Nos vemos luego, no quiero quedar castigada.

Salí del coche y fui corriendo a clase.

-¡Mackenzie!-Escuché a lo lejos la voz de Jade y me giré para ver como mi amigo corría hacia mi con rapidez.

Jade era un chico bastante...peculiar.

Su brillante pelo verde caía por su frente, resaltando su dorada piel y combinando a la perfección con sus ojos esmeralda.

-Buenos dias, Jade-Lo saludé cuando llegó hasta mi.

El peliverde mostró su sonrisa y levantó su mano enérgicamente.

-¡Buenos días! Siento aparecer tan de repente, pero mi hermana me ha obligado a buscarte por todo el instituto-Dijo sin borrar su sonrisa.-Ha enfermado y no ha podido venir hoy, ¿Te importa si después de las clases nos vemos aquí y me prestas los apuntes?

-Vaya, ¿desde cuando Alice se ha vuelto tan formal?-Solté una ligera carcajada.-De acuerdo, te veo aquí, en los casilleros después de clase.

Cualquier persona en su sano juicio se reiría al pensar que esos dos eran hermanos mellizos, sólo al ver su diferencia tanto física como psicológica. Jade era tan enérgico, amable y amistoso, mientras que Alice...bueno, Alice era Alice, a su imagen y semejanza.

Sin embargo había una cosa en común que compartían; Los dos eran malditamente hermosos. Y no era la única que lo pensaba, esos mellizos tenían a más de medio instituto suspirando por ellos.