Cold Coffee. |Ed Sheeran|

17

Mackenzie

-Estoy enamorada de Ed.

Noté como su cuerpo se tensaba en ese momento y deseé no haber abierto mi boca. Lentamente, intenté zafarme de su abrazo, pero sus brazos me acobijaron con fuerza de nuevo.

Respiré profundamente; No quería saber de que manera reaccionaría Sam ante tal confesión.

Afortunadamente, su cuerpo volvió a relajarse y me apartó delicadamente de él con sus brazos.

-Ed...

Asentí en silencio, con temor a mirarle a la cara como si fuese una niña asustadiza.

Bueno, literalmente ahora era una niña asustadiza.

-No estuviste sola ayer.-Más que una pregunta, fue una afirmación.

Negué con la cabeza, dándole la razón.

Suspiró de nuevo y vi de reojo como tapaba su rostro con las manos. Me sentí la peor persona en el universo al ver esa escena.

-No debería haberte dicho nada.-Susurré.

Quitó las manos de su cara y apoyó una de ellas en la encimera mientras negaba con la cabeza.

-No, está bien.-Dijo él en voz baja.-Mackenzie, mírame a la cara.

Alcé la mirada con temor y lo ví. Sus ojos brillaban levemente y su rostro no mostraba ni una pizca de felicidad, pero tampoco de enfado.

Su rostro no reflejaba nada.

-¿Puedo preguntar por qué?-Preguntó.

-Yo...no lo sé. Simplemente pasó y cuanto quise darme cuenta del error que había cometido, mi corazón ya no quería dar marcha atrás.

Suspiró nuevamente y retomé mi conversación antes de que volviese a intentar marcharse de la cocina.

-Yo sé que él y yo nunca podríamos estar juntos. Él es famoso, y está saliendo con tu hermana. No pienso intentar nada para destrozar ese amor entre ellos sólo por querer recibir también el amor de Ed, y estoy segura de ello, pero yo...yo no puedo simplemente decirle a mi corazón que deje de amarlo.-Respiré al ver que mi voz se quebraba y mis ojos se aguaban.-Siento una guerra de emociones dentro de mí, y si tengo que vivir el amor de esta forma, prefiero esquivarlo. Pero eso es lo peor, que no puedes hacerlo, porque las cosas malas vienen sin desearlas. No sabes cuanto me gustaría enamorarme de ti y disfrutar del amor contigo, pero mi corazón decide por mí, y él no piensa que seas el indicado para esto.

Y toda la habitación se convirtió en un total silencio.

Cerré mis ojos y apoyé las manos en mi cabeza. No quería ver su rostro después de haber dicho eso.

Sin embargo, sentí unas manos en mis mejillas y los cálidos labios de Sam en una de ella, para después apoyar su barbilla en mi cabeza. No merecía su amor, ni su cariño. No después de todo esto.

-Dejaré que arregles tu corazón tú sola , te daré todo el tiempo que necesites para ello, pero recuerda que cuando necesites una ayuda con las heridas más profundas de él, yo estaré aquí para curarlo.-Besó mi coronilla.-Siempre.

Limpié las leves lágrimas que resbalaban por mis mejillas y lo abracé fuertemente del cuello.

-Mierda Samuel, eres la mejor persona que he conocido en mi vida. Espero que la afortunada que te consiga no sea una estúpida como yo y no te intente separar de ella jamás.

Soltó una leve carcajada y me devolvió el abrazo.

-Espero que todo haya quedado en el olvido, Mackenzie.