Moody y Tonks se despidieron no sin antes comentarme que vendrían a la cena de esta noche. Al entrar por la puerta me quedé en sorprendida al ver la escena en la cocina. En ese momento la puerta se abrió y la familia Weasley se unió al completo, junto con Hermione estaban todos muy contentos, y el señor Weasley, muy orgulloso, iba en medio vestido con un pijama de rayas y un impermeable recién la última visita al hospital.
Arthur: ¡Estoy curado! -anunció alegremente sin dirigirse a nadie en particular ¡Completamente curado!
El señor Weasley y todos los acompañantes se quedaron paralizados y acompañándome en emoción de sorpresa observando la escena que teníamos delante. Sirius y Snape miraban hacia nosotros, pero se apuntaban con las varitas a la cara, y Harry estaba inmóvil entre los dos, con un brazo extendido hacia cada uno de ellos, intentando separarlos.
—¡Por las barbas de Merlín! —exclamó el señor Weasley, y la sonrisa se borró de su cara—, ¿qué está pasando aquí?
Sirius y Snape bajaron las varitas, pero ambos seguian con una expresión de profundo desprecio mutuo, y, sin embargo, la inesperada llegada de tantos testigos parecía haberles hecho recobrar la razón. Snape se guardó la varita en el bolsillo, se dio la vuelta, recorrió la habitación y pasó junto a mí que me bajo la cabeza como saludo y después paso cerca de los Weasley sin hacer ningún comentario. Al llegar a la puerta, se volvió.
Snape: El lunes a las seis en punto de la tarde, Potter- dijo. Y dicho esto se marchó.
Sirius: Entonces... ¿Ya estás curado? Esa es una gran noticia, una noticia fabulosa.
Antes de cenar me apetecía darme una ducha. Los chicos parecían entretenidos en el salón, así que me marché.
Fui a al baño del primer piso, al lado de la habitación donde tendría que haber dormido la noche anterior. Cogí mi ropa y una toalla. Al entrar encendí la ducha para que se calentara poco a poco. Me desnudé y entré. Diversos pensamientos vienen a mi mente, incluso alguna que otra canción. La ducha es mi lugar preferido para pensar, y también para relajarme, tanto que no escuche como la puerta se abrió, alguien entró detrás de mí y me agarró de la cintura. Iba a gritar, pero su mano se adelantó cerrándome la boca y sus labios atacaron mi cuello.
?: Hueles a cereza.- dijo dándome suavemente la vuelta.
Allí estaban unos grandes ojos verdes mirándome con deseo.
Nicky: Nadie te ha dado permiso para entrar- dije seriamente, pero contenta por dentro.
Ron: ¿Acaso lo necesito?- dijo agachándose para lamer lentamente mi oreja mojada. Sus manos seguían en mi cintura y se deslizaron acariciándome hasta mi culo, el cual apretó y me dio una palmada. Aunque me sorprendió no quise gemir, así que me mordí el labio. - Sabes que no aguantarás mucho bebe- dicho esto me dio la vuelta y sus manos me acariciaron el vientre y subieron hasta encontrar mis pechos, los cuales ja estaban excitados. Él se pegó a mí pasando si miembro entre mis piernas. Con un lento movimiento me empezó a masturbar mientras apretaba y manoseaba mis pechos y todo mi cuerpo. El agua caliente seguía rociándonos, un lubricante natural nos tenía empapados. Él aumentó el ritmo- Gime para mi bebé- dijo con voz ronca. No duraría mucho más. El placer era increíble hasta que no pude más y un gemido salió de mi junto mi orgasmo.
Nicky: Ahhhhhh!
Ron: Así me gusta.- No me dio tiempo a descansar que me agarro el pelo en una coleta y me inclinó hacia abajo obligándome a apoyarme en la pared de la ducha con las manos. Guió su pene de mis piernas y lo noté en mi entrada, lo insertó de golpe haciéndome gritar. Paso de estirarme el pelo a cogerme fuerte con ambas manos en mi cadera para aumentar el ritmo, fuerte y constante que siguió hasta conseguirme otro orgasmo. Él se corrió en mi espalda soltando un gruñido que fue vida para mis oídos.
Me incorporé y limpié mi espalda con el agua que aún corría.
Nicky: ¿De dónde ha salido este Ron tan dominante?- dije rodeando mis manos en su cuello.
Ron: ¿No te ha gustado? -dijo apareciendo el Ron inseguro.
Nicky: ¿De verdad crees que no me ha gustado?- dije poniendo una expresión pícara. - Pero ahora me falta algo un poco más tierno...
Él sonrió, no tardó en rodearme con sus enormes brazos y besarme. Lento, disfrutando el momento. Weasley se descontroló y empezó a darme besos por toda la cara.
Ron: ¿Así de tierno?-dijo entre beso y beso. Yo no podía parar de reír. Toc toc toc.
Hermione: Venga Nicky ¿cuánto tardas en ducharte?-dijo con voz desesperada- Tengo que entrar.
Ron: Vaya corta royos- dijo susurrando. Se me escapó una risita.
Nicky: ¡Ya voy!-grité.
Salimos de la ducha, con un hechizo nos secamos y nos vestimos rápidamente. Al abrir la puerta me encontré a una Hermione desesperada por entrar al baño.
Hermione: Vamos date prisa sal.-dijo empujándome. Grata sorpresa se llevó cuando vio a Ron salir también del baño. La cara que puso la recordaré toda la vida.- ¡Pero qué..!- dijo sorprendida. -Que traviesos...-dijo con miraditas,- pero secaos el pelo si no queréis que os pillen-añadió riéndose
Tras hacerle caso a Hermione bajamos, el ambiente era extraño, especialmente notamos extraño a Sirius, este no estaba presente. La cena de aquella noche debería haber sido alegre, ya que el señor Weasley le habían retirado todos los cuidados, y en especial la espantosa silla que tanto odiaba él. Me di cuenta de que Sirius intentaba animar el ambiente; sin embargo, si no se esforzaba por reír a carcajadas de los chistes de Fred y George, ni ofrecía más comida a todos, su rostro volvía a adoptar una expresión taciturna y melancólica. Entre Sirius y Harry estaban sentados Mundungus y Ojoloco, que habían ido a Grimmauld Place para felicitar al señor Weasley. Tonks y Lupin vinieron a saludar, pero después se marcharon a cenar juntos. Ninguno de mis dos tutores secretos dijeron palabra de los entrenamientos.
Despues de cenar animamos a Harry a que fuera a hablar con su padrino y que le dijera que no debía hacer caso a Snape, que él lo estaba provocando deliberadamente, y que nadie creía que Sirius fuera un cobarde por obedecer las órdenes de Dumbledore y haberse quedado en Grimmauld Place. Finalmente volvió a reunirse con nosotros sin haber cumplido la misión. Explicó que al ver la desagradable expresión de su padrino, no se atrevió. Lo que sí hizo fue contarnos a Ron, a Hermione y a mí, en la habitación donde estábamos reunidos, que iba a recibir clases particulares de Oclumancia con Snape.
Hermione: Dumbledore quiere que dejes de soñar con Voldemort -opinó de inmediato-. Supongo que te alegrarás de no tener más sueños de esos, ¿verdad?
Ron: ¿Clases particulares con Snape? -repitió Ron, horrorizado-. ¡Yo preferiría tener las pesadillas!
Nicky: Es un buen profesor, si eres un Slytherin claro.- dije riéndome.
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Weasley enamorado de una Slytherin (Ron Weasley y tú hot)
Fiksi PenggemarElla es Nicky Grimm, si Grimm, la familia alabada y reconocida por ser la más pura. Los últimos años, sus descendientes siempre han quedado en la casa Slytherin y ella no iba a ser menos. Para su familia, quedar en Slytherin significaba que su legad...