Nashly
Observo todo a mi alrededor, con un sentimiento de extrañeza latente. Nunca había viajado tan lejos de casa. De hecho, ni siquiera había salido de mi ciudad natal. Mi padre no me lo permitía.
—Seúl —susurro en voz baja.
Hace menos de un mes di con ese anuncio en una página de internet y apliqué online para ese concurso. Al parecer estaba participando mucha gente. Ese grupo de música debe tener muchos fans. Lo que no esperaba era ver mi nombre entre las afortunadas tres ganadoras finales.
El concurso consistía en responder preguntas sobre el grupo. Creo que lo llamaban BTS. Hice trampa. Copié y pegué desde el navegador web. Muchas personas dirán que está mal lo que hice, pero no me arrepiento de nada. Gracias a ese tonto concurso logré escapar de mi padre.
—¿Nashly? —preguntan sacándome de mi limbo mental.
Observo al hombre de traje. Lleva un cartel con mi nombre en él. Su rostro porta una sonrisa que inspira confianza.
—Soy Sejin, hablé con usted por teléfono —explica, asiento con la cabeza al recordarlo— Sigame, por favor.
Le hago caso y caminamos hasta el estacionamiento del aeropuerto. Una camioneta negra espera allí.
—¿No trae equipaje? —pregunta el tal Sejin.
Niego con la cabeza.
—Solo esto —digo señalándo la pequeña mochila a mis espaldas.
Hay un poco de ropa en ella, solo la más indispensable, no me dio tiempo de tomar algo más. Se la doy al hombre para que la meta en el maletero y subo al auto.
Las dos chicas que están en él me miran a la vez. Una es rubia con finos rasgos y la otra es más morena.
—Bonjour —saluda la rubia con mucho animo—. Soy Mirelle, francesa.
Le sonrió.
—Un gusto, yo soy Nashly —me presento yo también.
Siento como el auto comienza a moverse. Miro a la chica morena en espera de que se presente pero no lo hace.
—No ha hablado desde que llegó. Creo que es muda —me susurra Mirelle
La chica parece escucharla porque la mira un poco avergonzada.
—Dania. Soy de Perú —menciona.
—¿De dónde? —pregunta Mirelle un poco perdida.
Dania la mira de arriba a abajo, incrédula. Yo tampoco puedo creer que no sepa dónde queda Perú.
—¿Machu Pichu? —trata Dania de ubicarla. Nada—. ¿América del Sur?
—¡Ah! —exclama la rubia, por fin ubicando el país.
¡Menos mal! Por un momento pensé que nos tomaría todo el día.
—Perdonen por no hablar antes. No sé muy bien el coreano —se disculpa Dania.
Mirelle le resta importancia con un gesto.
—Yo soy Jin biased ¿y ustedes? —pregunta con emoción.
No entendí nada de lo que dijo pero fingiré que sí. Le regalo una sonrisa de boca cerrada.
—Mi bias es Jimin —dice Dania muy rápido, tanto que casi no logré entenderla.
—¿Y tú Nashly? ¿Quién es tu bias? —cuestiona Mirelle.
Ambas fijan sus ojos en mí. Les sonrio mientra por dentro me pregunto qué demonios es un bias. ¿Acaso se come?
—Eh... —comienzo a reír para ganar tiempo—. Pues mi bias es...
No tengo ni idea de que decir. Ni siquiera conozco bien el nombre de todos esos chicos. ¡Vamos, Nashly! Solo un nombre, un maldito nombre de esos tan raros que tienen. No es tan difícil de recordar, cerebro.
El auto se detiene de pronto y el tal Sejin nos mira desde la parte delantera.
—Hemos llegado, chicas.
¡Uf! Salvada por la campana.
Bajamos del auto en un dos por tres. Frente a nosotros se alza una gran edificio.
—¿Esto es...? —pregunta Mirelle, sin embargo no termina la frase.
Junto a Dania comienzan a saltar y gritar emocionadas. Solo para seguirlas, comienzo a saltar yo también. Debe ser cosa de fans, debo imitarlas.
—Las están esperando dentro —interrumpe el tal Sejin nuestra orquesta de grititos y nuestra danza de brincos mal ejecutados.
Caminamos hasta la entrada y, después de pasar a unos gorrilas que lucían muy serios e imponentes, subimos en el ascensor hasta un piso que no supe que número era.
—BTS estará allí —susurra Sejin con una sonrisa.
Mirelle sonríe en grande y yo la imito. La que no hace ningún gesto es Dania. Es como si se hubiese quedado de piedra.
—Me dará un infarto —murmura asustada.
—¿Estás bien?
No responde a mi pregunta, en lugar de eso se cubre el rostro con las mano.
—Ah, yo no quería esto —susurra.
Comienzo a preocuparme por ella. Parece estar teniendo un ataque de pánico. ¿Por qué parece tan asustada?
¡Oh, por dios! No me digas que leí mal la información de la página ¿Qué pasa si me metí en una mafia de canibales o algo de ese estilo?
—No querías conocer a BTS. ¿Qué clase de army eres? —ríe Sejin.
—Una fan con un poco de fobia social que preferiría haberse quedado en la comodidad de su hogar con una mantita y viendo todos los videos musicales —responde ella.
Realmente está muy nerviosa. Yo me calmo, al menos no era lo que creí. Me río para mis adentros ante mi idea loca.
Hay unos segundos de silencio en los que nadie dice nada, me dedico a mirar las luces del elevador.
—Tú pareces muy relajada, Nashly —me dice Mirelle.
Hago una mueca.
—Puede que no lo aparente, pero también estoy nerviosa por dentro —le sonrío.
Pero es por un motivo distinto. Debo actuar muy bien para que nadie se de cuenta de que en realidad no soy una fan. Esta farsa tiene que funcionar, por mi propio bien.
El ascensor al fin llega a su destino. ¡Por fin! Se me hizo eterno.
Cuando las puertas se abren hay siete chicos con sonrisas en sus rostros. ¿Querrán tomar el ascensor? Me parece que se van a apachurrar en tan poco espacio. Bueno, ellos sabrán lo que hacen.
Las chicas a mi costado pegan un brinco al verlos, logrando sobresaltarme.
—Hola, somos BTS —saludan todos a la vez.
¡Qué buena sincronización! Esperen... ¿Estos chicos son BTS?
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Por fin comenzamos con esta nueva historia que me tiene muy emocionada. Agradeceré de corazón sus estrellitas y comentarios.
Se despide:
Jully
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Fake Fan • JEON JUNGKOOK [✅]
FanfictionNashly Samir finge ser una fan de BTS, para ganar un concurso y viajar a Corea del sur, pudiendo así escapar de Turquia y de su padre. Las cosas se le complican cuando el maknae del grupo descubre que no es realmente una army y está dispuesto a reve...