Fake Fan • JEON JUNGKOOK [✅]

Capítulo 12

Nashly

Llevo casi una semana viviendo en el apartamento de Jeon Jungkook. Él se ha quedado en el sitio que comparte con los chicos. Debo de estar molestándolo mucho tomando un espacio que le pertenece.

Estoy convencida. Mañana es mi día libre. Así que saldré a buscar un lugar en renta. Espero que no sea difícil encontrar algo que pueda permitirme pagar con mi salario. Sino tendría que buscar otro empleo.

Tal vez en una cafetería o restaurante. Podría irme bien siendo mesera.

—¿No puedes darte prisa? —pregunta la mujer a la que atiendo.

Suspiro tratando de soportar su mal carácter. Sonrio y le doy el vuelto.

—Gracias por su visita. Vuelva pronto —hago una inclinación.

Entorna los ojos y se marcha con sus siete bolsas de compra. Al fin, dios mío.

Estoy a punto de sentarme para descansar las piernas. Sin embargo, una voz me lo impide.

—Nashly ordena los nuevos productos, por favor —me indica mi supervisora.

—En seguida.

Con pasos cansados, me acerco al pasillo de anaqueles dónde se encuentran las cajas y comienzo a colocar cada cosa en su sitio.

—Hola.

Me sorprendo al verlo aquí. Sonrío de oreja a oreja.

—Jungkook. No te veía desde hace una tonelada de días —expreso con exageración.

El baja un poco su cubrebocas.

—Estamos un poco ocupados —explica—. Pronto comenzará filmación del nuevo video musical.

—¿Una nueva canción?.

Asiente con la cabeza.

—Se llama Dynamite. Con esto esperamos poder adentrarnos más en la industria americana —hace una pausa y se rasca la cabeza—. Pero me preocupa mi inglés, siento que sueno como un bebé balbuceando sus primeras palabras.

Me río por su comparación. Acomodo unos bolsos nuevos en la repisa y vuelvo a mirarlo.

—No es para tanto. Tu inglés no es taaan malo.

—No sé yo.

Me acerco y le doy un leve golpe en el hombro.

—Todo saldrá estupendo y a sus fans les encantará la canción. Estoy segura.

Sonríe y le devuelvo la sonrisa. Me quedo mirandolo con demasiada atención. Sí que es guapo este hombre.

Vuelvo a mi tarea. Retiro una pequeña mochila de la repisa. Cuando estoy a punto de sustituirla, veo algo en la entrada de la tienda que hace que mi corazón pegue un brinco.

Me agacho para ocultarme y tiro de Jungkookie para que imite mi acción. Él me mira confundido. Está a punto de hablar pero colocó mis dedos sobre sus labios.

Que labios tan suaves.

No es momento para esa clase de tonterías. Echo un vistazo y veo que ese hombre se aleja hacia el otro lado de la tienda. Respiro un poco mejor.

—¿Qué ocurre? —pregunta Jungkook entre susurros.

Le señalo con discreción en esa dirección.

—¿Ves a ese hombre del saco color caoba que lleva un bastón? —Jungkook asiente—. Es mi padre.

Lo veo abrir los ojos como un pescado y tensarse por completo. Yo también tengo muchísimo miedo justo ahora.

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Hasta aquí el maratón. Espero lo hayan disfrutado.

Maratón 4/4