Fake Fan • JEON JUNGKOOK [✅]

Capítulo 2

Nashly

Un grito agudo abandona mi gaganta. Aplaudo mostrándome nerviosa y emocionada. ¿Debería lanzarmele encima a alguien? No, mejor no. Eso es demasiado exagerado. Tampoco quiero que piensen que soy una loca obsecionada.

Finalmente salimos del ascensor. Mirelle y Dania parecen emocionadísima. Aunque no sea una fan realmente, logro entender su sentimiento. Debe ser algo hermoso estar frente a las personas que tanto admiras.

Los siete chicos se presentan uno a uno. Logrando que me aprenda sus nombres, aunque aun los confundo un poco.

—El CEO las está esperando —informa el tal Sejin.

Me había olvidado de que seguía aquí.

Un señor de traje nos resive en una sala con una mesa grande y redondeada. Según logré entender, es el director de este sitio. Se presenta y comienza a explicar detalles sobre el alojamiento y demás cuestiones.

Solo durará dos semanas nuestra estadía. Me anoto mentalmente que debo conseguir un empleo antes de ese plazo de tiempo.

Regresar a Turquía no está en mis planes. Debo trabajar para lograr pagar un sitio donde quedarme.

—Señor ¿puedo decirle algo? —pregunta Mirelle.

—Sí, claro —concede el CEO.

—Lo amo-odio.

El hombre ladea la cabeza un poco confundido por el juego de palabras. No es el único, yo tampoco entendí.

—Ah, claro —murmura quedo—. Por ahora, pueden irse. Chicos tienen el resto de la tarde libre.

(...)

¡Socorro! No se que les pasa a estos siete chicos. Son adultos pero parecen tener la mentalidad de niños pequeños.

Se les ocurrió la hermosa idea de invitarnos a almorzar. Mi estómago se los agradece enormemente. Hasta ahí no existía problema alguno. Sin embargo, de un momento a otro se han puesto a hacer preguntas sobre sus canciones y no sé que otras cosas que se supone que una verdadera fan sepa.

Verdaderas armys, como lo son Mirelle y Dania. No como yo, que me enteré de su existencia hace un mes.

¿Mi salida? Tomar agua o comer. Con la boca llena no es correcto hablar. Solo que el agua y la comida se han acabado.

—Nashly —se dirige a mí quien identifico como J-Hope—. Pareces un poco tímida. Debes estar nerviosa.

Le sonrio avergonzada.

—Un poco —confieso.

—Bueno, dinos. ¿Cuál es tu canción favorita? —inquiere el más alto de todos ellos.

Trago saliva.

—Todas me gustan mucho —le respondo.

—Pero tiene que haber alguna que suelas escuchar con más frecuencia.

¿Escuchar con más frecuencia? ¡Nunca he oído ninguna de sus canciones! Ni siquiera conozco algún título.

—¡El baño! —exclamo.

Ese chico de mejillas regordetas que creo que se llama Jimin frunce el entrecejo.

—No tenemos una canción que se llame “El baño” ¿O sí? —le consulta a su compañero que está a su derecha.

Su actuar causa algunas risas. Yo me aclaro la garganta.

—Me refiero a que necesito ir al baño. Con su permiso.

Me dirijo al baño de mujeres sin dudarlo un instante. Una vez fuera de su vista, suspiro de alivio. Casi me delato a mí misma.

Permanezco un rato sin salir, intento ganar tiempo. Si tan solo tuviera un teléfono móvil, podría conectarme a internet y buscar información. Necesito comprarme uno.

Me lavo las manos. Observo mi reflejo en el espejo sobre el lavamanos. Mi pelo negro está hoy más rebelde que nunca. Me detengo por unos segundos más acomodando mis risos.

Finalmente salgo del baño. Me llevo un gran susto al encontrarme a un chico de BTS recostado en la pared contigua a la puerta.

—Ah... H-Hola, Jungkook —lo saludo timidamente—. ¿Qué haces aquí?

—Los demás fueron a los autos. Me pidieron que te buscara porque te demorabas mucho —explica sin mucho interés.

No deja de mirarme de forma extraña. Lo cual me incomoda bastante.

—Siento haber tardado —me disculpo.

Niega con la cabeza, indicándome que no hay ningun problema.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

Su cuestionamiento me toma por sorpresa.

—¿Eh? ¡Claro!

—¿Carebonara?

Ladeo la cabeza a un lado. No logro entender que trató de decirme.

—¿Qué? —pregunto con una clara expresión de confusión.

Una sonrisa astuta se dibuja en su rostro.

—Lo sabía. No eres army.

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