Carolina
- DIOS DEJENME EN PAZ, NO QUIERO Y NO LO HARÉ, MALDICIÓN - mis gritos resonaron por toda la gran casa que casi siempre permanece vacía, a excepción de la niñera, que cuidaba a mi sobrino de 7 años.
Mi familia siempre suele estar ausente, mis padres nunca fueron muy amorosos, pero cuando podían nos dedicaban tiempo a mi hermana y a mí, lo que hacía que fuéramos una familia hermosa, con aires de ser casi perfecta, hasta que un 24 de diciembre todo se desmorono.
Mi hermana Andreina, junto con su esposo Alex, fueron a las compras navideñas.
- Pronto volvemos, pórtate bien ¿sí? - dijo mi hermana dándole toda su atención Alexander, su hijo.
- Sí mamá, te amo - ella lo beso y su padre en un resoplo dijo - ¿Qué quieres que te traiga santa para írselo a pedir?
- Quiero construir robots - la sonrisa de un niño inocente de 5 años, que quería comerse el mundo y amar a todos, te daba cierta nostalgia, queriendo ser ese niño para no pensar en nada más que en jugar y dormir.
- Hecho - su padre le soltó un beso en la mejilla.
Ese mismo día esperándolos para la cena navideña, recibimos la noticia más espeluznante, "ellos tuvieron un accidente".
Corrimos dejando todo atrás, con el miedo en el corazón, pero unas solas palabras bastaron para hacerme caer en lágrimas.
- ¿Mamá y papá están bien? ¿No pudieron pedirle el regalo a santa? - el silencio reino y solo se escucharon sollozos y lamentos que no acabaron hasta que él volvió a hablar entre sollozos.
- ¿Por qué... nana, abu y tía lloran? ¿yo...yo no quiero que... tristes? - ahí comprendimos que solo era un niño que no comprendía, así que lo acurruque entre mis brazos y le cante una canción para calmarlo, hasta que se durmió.
Al llegar al hospital, ambos estaban en emergencias. Los doctores decían que lo más probable es que no se salvara ninguno. Después de tanto esperar ambos salieron y los acomodaron en una misma habitación grande, seguían inconscientes pero más estables.
- Nana, ¿Por qué mamá y papá duermen? - mi madre atónita no pudo responder, a lo que dije - es que ir hasta el polo norte es muy largo y se resfriaron un poco - él con asombro se les acerco a sus padres, uno por uno diciendo - gracias mami, mejórate, buenas noches, gracias papi, mejórate, buenas noches - eso nos paralizo dejándonos un vacío en el corazón.
Horas después despertaron en una condición crítica; todos despertamos al escuchar el pitido de la máquina, mientras mi hermana intentaba llegar a Alex.
Se acostó a su lado lo que lo despertó y ella con sus pocas fuerzas le dio un beso en su mejilla y le dijo - cariño... te amo y te amare toda la vida - soltó un suspiro y sus lágrimas bajaron - alguien me llama, cariño, me gustaría quedarme a ver a Alexander crecer, reír, cumplir sus metas y cuando se case...- lloró con más intensidad - que consiga una buena novia ¿sí? Y que no olvide cuidarse de los vicios... los amo mucho, cuida a nuestra mitad y nunca dudes que estaré a tu lado - en el pánico llamamos a los doctores, quienes la intentaron alejar del lado de Alex, a lo que él dijo entre una voz entre cortada y lágrimas que bajaban sin fin por sus mejillas - por favor, déjenla en mis brazos, porque temo que si me la quitan, ella perderá su calor.
Los doctores dudaron por un momento al ver a aquel hombre fornido que espantaría a cualquiera, y que se veía tan vulnerable y débil en ese momento.
Los doctores sin más la quitaron de su lado para atenderla.
Y así de rápido como la quitaron ella murió, los doctores atónitos, perdieron su equilibrio al escuchar a un niño decir - mamá solo quiere dormir.
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Mentiras de amor
Teen FictionEsta es una historia como ningún otra, donde nos relata la historia de Amanda, Michael, Charles, Carolina, Sasha y Victor. Quienes creían vivir en un pueblo normal. El amor, la desesperación y lo inesperado son lo principal en la vida de estas pers...