11. Una esperanza

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¿Lo siento? ¿es eso lo único que va a decir? ¿es esto lo que significa amar? ¿Esta sensación en mi pecho se producía por culpa de él? ¿Todos nuestro cientos de años juntos, solo eran una misión? Una furia inexplicable broto de mí, sentí como perdía mi vista, mi olfato, mi audición, sentí como perdía mi "humanidad". Había algo frío rodeando mi alrededor; era mi aurora... mi aurora era tan fuerte que estaba completamente negra, bloqueando todo lo que estuviera a mi alrededor. Y con esta ira dentro de mí, simplemente exploté al son de mis gritos de dolor.

Todo a mi alrededor quedo destruido, no me interesaba saber si vivían o morían. Simplemente no me importaba nada, así que me fui por la puerta que se dirigía al mundo humano...

Llegué a una cabaña dentro del bosque, mi aurora seguía rodeándome, pero esta se abrió pequeñamente para permitirme ver. La cabaña parecía estar perfectamente cuidada. Me acordé de Victor y exploté de nuevo dejando aquella cabaña en pedazos.

Mi corazón estaba roto, mi alma se sentía seca y vacía. Caminé por aquel bosque, donde encontré un lugar en donde el sol iluminaba un circulo casi perfecto hecho por los árboles...

Decidí subir a uno de esos largos árboles que estaba hueco, me adentré en él y cerré mi aurora y así decidí tomar una larga siesta.

*100 años después*

Desperté y escuché una canción hermosa. No sabía cuanto tiempo llevaba dormida. Sentía que todo había pasado ayer; mi dolor en el pecho ya no lo sentía. Mi aurora ya no estaba, así que me asomé para ver de dónde provenía esa canción en inglés.

Al salir del árbol y quedarme en su rama, noté a 2 humanos, una chica rubia bastante hermosa y un chico pelinegro que me recordó a Victor... Aún lo recuerdo maldita sea.

La chica estaba ¿llorando?, logré oír la conversación, nada pintaba bien y la chica olía a tristeza y el chico a dolor.

Mi lado amante de los humanos me obligó a perseguir a aquellos chicos, que no hablaron durante todo su trayecto. Me detuve al ver al chico despedirse y decirle cosas a la chica, lo que me seguía recordando a Victor.

Cuando el chico se fue, ella solo comenzó a llorar con desesperación, entró a su casa y después lo hice yo, para cuando entré la vi subiendo rápidamente unas escaleras.

La perseguí y la vi llorar con apuro, observe el frasco de pastillas en su mano y como se las tomó todas. Nosotros conocíamos perfectamente las técnicas de suicidio. Así que en silencio la puse a dormir y luego la obligué a vomitar aun estando inconsciente.

Carolina

-Y esa es toda la historia niña - quedé sorprendida ante aquella historia y lo fascinante que me pareció, jamás hubiera imaginado que existía algo como eso.

-Entonces... ¿No quieres saber nada de Victor?

-No realmente, aunque me hubiera gustado recibir alguna explicación de su parte...

-¿No has considerado que pudo hacerlo para protegerte?

-¿De verdad crees que después de que dijeran todo eso y él solo dijera lo siento, debería pensar que lo hizo para protegerme? Además ¿Protegerme de qué? Soy lo suficientemente fuerte como para eliminar el mundo. No necesito nada, ni nadie a mi lado... Aunque ahora que estoy tranquila, creo que me gustaría la idea de que él me hubiera buscado.

-Estabas dentro un árbol, ¿él te hubiera encontrado?

-Había leído hace muchos años, lo de los vínculos, un tipo de mitología ya que nunca se había visto uno, donde dice que la persona que puede cambiar su color de ojos, al cambiarlos es capaz de saber la ubicación exacta de su vínculo... Así que si nuestro vinculo era real y él nunca vino, solo puede significar 2 cosas, no tuvo interés en venir o está muerto.

Mentiras de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora