10. Un amor no correspondido

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Me desperté quisa unas horas después, Victor no estaba a mí lado, pero me llegó un olor a panqueques, entonces supe que él estaba haciendo el desayuno. Me levanté y noté que estaba vestida nuevamente con su camisa, una sonrisa salió de mi cara al saber que él me vistió, me levanté para ir de camino a la cocina.

Lo escuché tararear una melodía

Dios él hasta tarareando se ve jodidamente guapo.

Nosotros dejamos de crecer o envejecer desde los 25 años, después de ahí envejecíamos o crecíamos cada 100 años como si fuera un año humano, la edad promedio de uno de nosotros era de 50 mil años. Así que él se mantenía perfecto con sus marcados músculos, ese pelo negro que siempre estaba hacía atrás, su barba rasurada casi al ras, lo que le daba una apariencia adulta y seductora; sus ojos eran azules que significaba fortaleza. (los ojos de nosotros se definen de acuerdo con nuestra mayor cualidad, los míos son blancos, que significa esperanza)

Después de observarlo minuciosamente me acerqué en silencio a la mesa y me senté con cuidado, cosa que fue inútil pues él es muy sensitivo.

-Buenos días - dijo con normalidad mientras volteaba los panqueques.

-Buenos días.

- ¿Quieres desayuno?

-Sipi.

Él prosiguió sirviéndome comida, en realidad los ángeles caídos no necesitábamos comer, pero debíamos acoplarnos a estas costumbres y sus diferentes texturas si queríamos viajar al mundo humano. Claro, los ángeles caídos que no tienen deseo de ir al mundo humano no deben hacer estas cosas, sin embargo, no pueden cumplir deseos y básicamente lo único que hacen son las labores como construir casas o encargarse de cultivar y esas cosas, para que así nosotros podamos obtener comida humana.

-Toma - puso la comida frente a mí y al lado un vaso de leche. Se sentó en frente de mí mientras revisaba sus cartas. Nosotros tomamos muchos de los inventos de los humanos, y creábamos los nuestros; después de todo somos humanos no nacidos.

Él no parecía decir nada de lo que hicimos, y por alguna razón eso hacía que me doliera el pecho. ¿él de verdad va a fingir que nada de esto paso?

- ¿Piensas hacer un retrato de mí?

-Yo... no... - no supe que decir ante aquello, probablemente me veía como estúpida viéndolo.

Pero él me volvió a ver con tranquilidad y se levantó de su lugar para dirigirse al mío. Mi corazón se iba a salir.

Tomó mi mentón e inconscientemente, aún sentada moví todo mi cuerpo hacia él. Ante aquel acto él esbozo una hermosa sonrisa y con su voz masculina y tranquila me dijo.

-No, no olvidé lo que hicimos y tampoco haré como que nada pasó. Siempre has sido la única persona más especial en mí vida, y eso lo sabes bien... supongo que si tuviera que dar explicaciones sería que me has gustado desde hace 100 años y que nunca te lo dije porque debía esperar a que sintieras lo mismo sola y no por la presión a alguna estúpida declaración mía... en 250 años es la primera vez que digo lo que siento... que afortunado soy de haberte encontrado.

Me besó en los labios de manera delicada y sin dejarme momento para decir algo más se despidió diciendo que va tarde a la reunión con el líder para explicar la muerte de aquel humano.

Quedé ahí sentada intentando procesar todo lo que pasaba. ¿él dijo que me amaba desde hace 100 años?

*850 años después*

Mentiras de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora