17. ¿Destino o casualidad?

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Desperté entre los escombros de aquel lugar, Jack, Emilio y Mario estaban tirados en el piso aún inconscientes, que suerte tenía de ser más fuertes que ellos, aunque me parece que Jack me alejó de Sasha…

-¿Dónde estarás Sasha? – intenté cambiar de color mis ojos, pero fue inútil, entonces me di cuenta de que el vínculo entre ella y yo se había roto… - Ahora… ¿cómo voy a encontrarte?

Pensé detenidamente mientras limpiaba alguna de las lágrimas que bajaban por mis mejillas, noté que la alfombra al lado de mi cama se había corrido, así que supuse que Sasha estaba en el mundo humano, así que bajé.

Al llegar noté que la cabaña que había cuidado desde que ella nació, estaba destruida…

-¿A dónde habrás ido Sasha? – miré el cielo como si esperara que mi mente se iluminara… y así fue, recordé que estábamos en un bosque, recordé cuando ella era pequeña…

-Victor, Victor!!

-¿Sí?

-Juguemos a las escondidas.

-Esta bien, tienes 3 segundos… 1… 2…3 – ella ya había desaparecido antes de que dijera 1.

Fui a buscarla, sabía sus escondites favoritos, era dentro de los árboles. Aunque duraba mucho tiempo en encontrarla, tanto que ella se quedaba dormida dentro de aquellos árboles, con lo años comencé a ser más rápido para encontrarla.

-Sasha! Me rindo, ¿dónde estás?

-Buuu!!! Eres muy malo en esto Victor.

-No eres consiente que al estar dentro de los árboles entras en una zona de confort, lo que hace que tu presencia sea invisible prácticamente…

-Tch… que aburrido… Abuelito abuelito, Victor es un abuelito.

Aquel recuerdo me hizo soltar una lágrima, pero rápidamente me la limpié y me dispuse a buscar árbol por árbol de aquel lugar, con tal de encontrar a Sasha…

-Tantos árboles que habían, tantos agujeros por donde entrarías y al fin te encontré… - ella estaba ahí hecha un puño, su aurora seguía rodeándola, así que entré y la alcé poniéndola sobre mis regazos. Con tranquilidad empecé a hablarle y a contarle los 100 años que llevaba buscándola sin cesar, a lo que su aurora empezó a desaparecer dejándola a la vista.

-Te sigues viendo igual de hermosa… - ella seguía sin moverse, estaba helada, así que solo la abracé contra mí pecho y lloré… lloré toda la noche sin dormir ni un poco.

Sabía que no podía quedarme, porque a mí sí me podían rastrear.

-Voy a eliminar este rastreador y prometo volver a buscarte por todo el tiempo que sea necesario… solo espérame… vendré por ti y nos iremos lejos de este lugar… seremos felices…. – nuevamente lágrimas seguían cayendo, así que solo la besé y la deje ahí acostada para que no se despertara… sabía que si se llegaba a despertar iba a hacer mil preguntas y no me iba a dejar ir… pero yo no me puedo permitir que te encuentren y te tomen como a un arma.

-Te amo Sasha.

*Actualidad*

He estado buscando a Sasha por todos estos años… aquella chica rubia que pidió su deseo tenía rastros de poder Sasha… ella no debe estar lejos.

A lo lejos vi a una chica pelinegra y bajita… tenía un leve olor a Jack, así que me acerqué silenciosamente, hasta que ella decidió pedir un deseo…

Amanda

Me puse un buso y un suéter, me puse en camino al parque, mis lágrimas no cesaban y en mi cabeza solo llevaba miles de pensamientos estúpidos. Pero había algo de lo que estaba 100% segura.

Mentiras de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora