El día siguiente fue la mar de cansado. Entre los descansos para sentarse, las paradas para comer y la caminata, tardaron más de un día.
Pero eso fue bueno para los jóvenes que aprovecharon cada minuto para conocerse. Y cuanto más se conocían, más se gustaban. Pero para ambos era una experiencia nueva, y no era de extrañar que tuviesen dudas acerca de sus sentimientos. Eso no era algo que se contaba en las historias de Narnia.Llegaron a la mesa de piedra. El sitio no estaba cuidado, por lo que tuvieron que despejarlo de polvo, tierra y hierbajos para posteriormente asentarse.
-¿Y ahora qué? -pregunta Nikabrik mirando a Caspian-. ¿No tienes ningún plan? -el príncipe no supo que responder-. ¡Estupendo! Seguimos a un crío al matadero.
Lyra se recoge el pelo con un lazo mientras mira alrededor.
-Inspeccionemos el terreno -propone.
-Está bien -responde Caspian agradado con la propuesta que fue su salvación.
-Pero tú te quedas aquí con las mujeres -ordena el enano.
-Ni lo pienses -responde la chica.
-Podría haber algo peligroso -se asusta Buscatrufas.
-Iré con él -señala a Caspian mientras coge un tronco gordo-. ¿O acaso aún no confiais en él?
No pudieron responder a la pregunta por vergüenza. Ninguno admitía que no se fiaban del chico, pero no quedaba otra.
-Gracias -susurra el muchacho.
-¿Por qué? -pregunta la chica.
-Eres la única que me da una oportunidad. La única que cree en mí.
-Ellos creen en ti.
-Pues no lo demuestran.
-Tienen miedo. Ya hubo guerras en las que los narnianos casi se extinguen, y no quieren arriesgarse de nuevo. Los humanos somos una plaga para ellos.
-No había pensado en ello.
-Dales tiempo. La mayoría entrará en razón.
Los muchachos continuaron caminando en silencio. Hubo un momento en que Lyra se detuvo a mojarse un poco la cara y la nuca con agua de su cantimplora y perdió a Caspian de vista.
>>¡Caspian! -gritó sin obtener respuesta.
La chica continuó con su guardia, ya que era su trabajo, y no volvió a la cueva hasta la hora de comer.
-¡Por fin llegas! -le dice Caspian alegre.
-¡Si me dejaste plantada! -dice molesta.
-Tengo que enseñarte algo -dice el chico haciendo caso omiso a su queja.
Este coge de la mano a su compañera y la lleva adentro.
>>Amigos -dos chicos y dos chicas se giran-, ella es Lyra.
-¿Es tu novia? -pregunta la más pequeña.
Caspian se dio cuenta de la mano y la soltó en seguida.
-No. Es mi amiga.
-¿Eres una princesa? -preguntó de nuevo la pequeña.
-No -negó Lyra algo decepcionada.
¿A qué venían preguntas tan raras? ¿Acaso era malo no formar parte de la realeza?
-Soy Lucy -se presenta la pequeña-. Esta es mi hermana Susan -la pelinegra saludó-, y ellos son Peter y Edmund -el segundo saludó, pero el primero siguió a lo suyo.
-Pues yo soy...
-¡Lyra! -grita Trumpkin que corre a abrazarla.
La chica le abraza también.
-¿Os conocéis? -le pregunta Lucy.
-Sí -responde Lyra-. Él y los narnianos me criaron.
-¿No eres del castillo? -pregunta Susan.
-Me temo que no. ¿Quienes sois?
-Peter el Magnífico -se presenta por fin el rubio.
-Ahora sí hablas -le dice Susan molesta-. Podías haber sido más amable antes.
Los hermanos comenzaron a discutir entre ellos hasta que la más pequeña les paró.
-¡Ya basta!
Después de un rato de silencio, Peter volvió a hablar.
-¿Tenéis algún plan para recuperar el trono? -pregunta dirigiéndose a Caspian.
-Llevamos días recogiendo armas para poder atacar -responde el moreno.
-No tenemos suficientes -complementa Lyra-. Y cada vez que practicamos con ellas, la hoja de las espadas se van desgastando. Por eso apenas adquirimos maña.
-¿Cuál es tu especialidad? -pregunta Edmund. Le fascinaba que las chicas peleasen.
-Dar golpes en la cabeza con troncos gigantes.
Esa respuesta tan poco común hizo gracia a las hermanas y a Caspian, que ya había visto como lo hacía y de quién lo había aprendido.
-Conseguiremos más armas -dice el rubio-. Hemos visto un cargamento mientras veníamos hacia aquí.
-Entonces iremos esta noche -manda Caspian.
-¿Ya tienes un plan? -pregunta de nuevo el chico. No le gustaba absolutamente nada que le mandasen.
-Claro -respondió Lyra en lugar de Caspian-. Vamos, las cogemos y volvemos.
Que Lyra le respaldase, le daba tranquilidad. Sobre todo ante un chico tan aparentemente estricto como Peter.
-Veo que sabes de sobra donde están situadas.
-Deduzco que en un sitio apartado para que no estorbe en las demás labores que tiene un campamento -responde con una sonrisa.
Peter dejó de rebatirle cosas. Tenía respuesta para todo por absurda que fuera.
-Gracias -susurró Caspian al oído de Lyra.
-De nada, pero tenemos que hablar.
-¿Qué? ¿Ocurre algo?
-Eres el futuro rey. No puedes dejarte humillar por nadie.
-Pero él también es un rey.
-Pues con más motivo. Tal vez antes lo fuera, pero ahora parece que ha cambiado.
-Puede que no le guste este sitio.
-Eso no importa. Estas serán las tierras que deberás proteger cuando gobiernes. Y estoy segurísima de que a ti te encantan.
-Es como un cuento hecho realidad -dice sonriendo.
-Pues lucha por ese cuento y no te dejes pisar.
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Las crónicas de Narnia (Caspian y tú) [COMPLETA]
FanfictionNacieron juntos, pasaron juntos su más tierna infancia, pero por cosas del destino, se separaron. Aunque un reino sea muy grande, no es infinito, y como el destino está escrito, volverán a reencontrarse. ¿Qué más habrá escrito en el destino?