Nombre

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Lucy no estaba. Todos se levantaron corriendo de sus sitios y empezaron a gritar su nombre.

Lyra tuvo la gran idea de meterse entre los arbustos. Como no... ella se pierde.

-No puede ser... ¡me he perdido! ¡CASPIAN!

Siguió caminando y terminó de nuevo en la playa, a pocos metros de donde habían acampado.  Lo único que puede hacer para no empeorar las cosas es quedarse quieta. En algún momento tendrían que volver al barco.

Lo que ella no se esperaba era ver a unas criaturas enanas, gordas y de un solo pie saltando por la arena.

-¡EH TÚ! -gritó uno-. ¡MIRA ESO, ES UNA MUJER!

-SEGURO QUE VIENE CON LOS AMIGOS DEL OPRESOR -gritó otro.

-¡A POR ELLAAAAA!

Los brincapodos, así se llamaban esas criaturas, comenzaron a saltar hacia delante para perseguir a Lyra. Eran más rápidos de lo que se esperaba y tuvo que correr al interior de la selva para intentar salvarse.

-Habrá que echar mano de viejas armas -dijo mientras cogía un tronco mediano del suelo.

Les plantó cara. Eso causó risa a las criaturas. ¿En serio sería capaz de defenderse con eso? Pues sí.

Al primero que se acercó le propinó un "troncazo" en la cabeza y lo dejó en el suelo inconsciente. Mala idea... era el lider de los brincapodos. El resto del grupo se le echaron encima a la vez. Logró golpear a unos pocos con el tronco hasta que se rompió. Después recurrió a las manos. Se defendió como pudo, y en el intento se torció la muñeca derecha.

Siguió defendiéndose a patadas hasta que se escucharon unas voces de fondo y las criaturas salieron pitando.

-LYRA.

Comenzaron a llamarla. Ella siguió las voces. A unos pocos pasos ya estuvo de vuelta con la tripulación.

-¿Estás bien? -preguntó Caspian-. ¿Dónde estabas?

Le sujetó de las manos. Tuvo que apartar la derecha a causa del dolor. No había nada roto, pero la torcedura fue bastante fuerte como para haber desgarrado algún tejido.

>>¿Qué ha pasado?

-Iba corriendo y me caí -mintió.

Nuevamente, Caspian se dio cuenta de su mentira. Esta vez no la dejó pasar.

-¿Y la verdad?

-Vámonos al barco -zanjó.

Hicieron caso a la reina y volvieron al barco. Una vez estuvieron a bordo, Drinian le vendó la mano.

-¿Qué te ha pasado exactamente? -preguntó el capitán.

—Unas criaturas gordas me persiguieron y me defendí.

Si a Drinian siempre le decía la verdad, ¿por qué a Caspian no? La respuesta es sencilla. Mientras Drinian le aconsejaba, Caspian le impedía. Lo hacía inconscientemente porque quería que Lyra estuviera a salvo.

-Mentir a tu marido no está bien. Deja de ocultarle cosas.

-No puedo. Si se entera de eso me prohibiría salir del barco.

-Pues demuéstrale que puedes valerte por tí misma. Recuérdale aquellos días en los que vivías con los narnianos -sí, Drinian sabe cooosas. Lyra se encargó de contarle toda la historia de su vida junto a los narnianos-. O podrías empezar a imponerte. Sé que no es tu carácter, pero debes hacerte valer -terminó de vendarle la mano-. La tripulación agradecería que no tuvierais más discusiones.

Drinian se fue a dirigir el barco. Lyra se quedó en la parte de la cubierta donde estaba cada día junto a Eustace, pero esta vez estaba sola.

-¿Te duele? -escuchó una voz femenina a su lado. Era Lucy.

-Un poco -respondió-. Oye, ¿cómo haces para que tus hermanos mayores no te prohiban cosas?

-Siendo más lista -ríe-. Aunque el único con el que peleaba era Edmund. Siempre estaba en competición con Peter para ver quién era más hombre.

-¿Y Susan? ¿Cómo esta ella?

-Se fue a otro país con Peter.

Lyra se sentó en el suelo. Estaba mareada. El embarazo le provocaba náuseas y hambre. No tenía demasiada fuerza por la falta de comida. No le gustaba gorronear.

>>¿Estás bien?

-¿A dónde te llevaron? -evadió su pregunta.

-¿En la isla?

-Sí.

-Conocimos a un mago. Nos ha indicando el camino.

-¿Y a dónde vamos?

-A la isla de Ramando.

-¿Ramando?

-Sí. ¿Caspian no te dijo nada?

-No, aún no hablé con él.

Eso extrañó a Lucy, pero no dijo nada.

-Ahí está la mesa de piedra de Aslan -ese nombre le provocaba una sensación de calidez-. En ella tenemos que poner las siete espadas para romper la maldición.

-LUCY -le llamó su hermano.

-Nos vemos luego -se despidió.

Lyra se quedó pensando. Aslan... Aslan... Aslan... ¿por qué no romper la tradición? ¿Y si en su vientre porta un varón? ¿Y si en lugar de llamarlo Caspian XI, rompen con la herencia del nombre y le pusieran otro? ¿Y si es mujer? El nombre que tiene en mente valdría para ambos sexos.

-Ya sé tu nombre -susurra a su vientre-. Te llamarás Aslan.

Las crónicas de Narnia (Caspian y tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora