Unión

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Ya estaba todo preparado para el gran día. Una boda narniana era como cualquier otra, solo que esa sensación de estar en un lugar tan lleno de magia, hacía que fuese de las mejores.

Caspian y Lyra se encontraban en el altar. Todos observaban emocionados este momento. A pesar de haber organizado todo a prisa, la decoración y el ambiente eran preciosos.

-¿Aceptas a Lyra como tu legítima esposa? -preguntó Aslan.

-Acepto -respondió el nuevo rey nervioso.

-Tranquilízate -susurró Lyra.

-¿Aceptas a Caspian como tu legítimo esposo? -volvió a preguntar Aslan.

-Acepto -respondió la chica.

-Entonces os declaro marido y mujer.

Los novios se besaron la mar de felices. Mientras, entre el público, se escuchaban a varios sonarse los mocos, a otros vitoreando y a otros se les veía con los ojos rojos de llorar a la vez que so reían.

>>¡Que esta unión sirva de ejemplo! No importa a qué casta social pertenezcas. Siempre que haya amor, hay futuro -hizo una pausa-. ¡Larga vida al rey Caspian! -los pueblerinos repitieron sus palabras-. ¡Larga vida a la reina Lyra! -volvieron a repetirlas-. Que vuestro amor sea tan grande como el que tenéis a vuestro pueblo -les dice en un tono más bajo al anterior-. Espero que seáis felices.

Hubo una gran fiesta, bailes, comidas y también alguna que otra declaración de amor que tenían reprimidas.

Lamentablemente, también llegó el día en que los reyes de antaño tendrían que partir a su hogar. Todo estaba preparado para su partida.

-Narnia -comienza a hablar Caspian- pertenece a los narnianos tanto como al hombre. El telmarino que quiera quedarse y vivir en paz, será bienvenido. Pero a aquel que lo desee, Aslan le devolverá a la tierra de sus antepasados.

-Hace generaciones que dejamos Telmar -dice alguien entre el público.

-No nos referimos a Telmar -dice el león con su majestuosa voz-. Vuestros antepasados eran bandidos, piratas que encallaron en una isla. En ella encontraron una cueva, un curioso pasadizo que les transportó hasta aquí, el mismo mundo que el de nuestros reyes y reinas. Es a esa isla a donde puedo enviaros, es un buen lugar para empezar una nueva vida.

Varios aceptaron y fueron enviados al lugar que se les prometió.

Antes de partir, los reyes se despidieron con mucha tristeza de sus nuevos amigos. La pequeña Lucy estaba demasiado triste. Sabía de sobra cómo transcurría el tiempo y que quizá nunca volvería a verles, perdiendo nuevamente más amigos.

-No estés triste, Lucy -le dice Lyra.

-Puede que no volvamos a vernos -responde con los ojos llorosos-. Solo seréis un recuerdo, y eso será aún más triste.

-Con el tiempo, los recuerdos siempre son buenos -dice Aslan-. No temas por ellos, pequeña. Gracias a vosotros, Caspian conoció a Lyra; gracias a vosotros, Narnia está en paz; gracias a vosotros, continuará la historia.

Tras varios abrazos y amargas despedidas, los reyes partieron. Los que quedaron en Narnia, vivirían juntos y en paz.

-¿Crees que volveremos a verles? -pregunta Lyra a su marido.

-Ni idea.

-A algunos de ellos sí -responde el gran león.

-¿A algunos? -se extraña Caspian.

-Peter y Susan han crecido. Han aprendido todo lo que pudieron aquí, pero ahora deben continuar en su mundo.

-Crecer es demasiado triste -dice Lyra.

-Pero es necesario -responde el león-. Ahora creo que debéis ir de Luna de miel...

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Las crónicas de Narnia (Caspian y tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora