La isla misteriosa

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Llevaban unas semanas a bordo del barco cuando...

-¡TIERRA A LA VISTA! -grita un marinero.

Frente a ellos había una isla con edificios tan blancos que deslumbraban con el sol. El suelo estaba impecable y la ciudad guardaba silencio.

‐Preparen un bote -informó Caspian-. Partiremos al anochecer.

Miró a Lyra un segundo y luego entró al interior del camarote. Ella le siguió.

-¿Qué quieres?

-¿Te apetece venir? -preguntó a la vez que ojeaba unos papeles-. Creo que te vendría bien un poco de tierra firme.

Eso le pilló desprevenida. ¿En qué momento le ofrecía Caspian ir a una misión?

-¿Te diste un golpe en la cabeza? -preguntó con burla.

-Últimamente tienes demasiadas náuseas.

Lyra guardó silencio. ¿Recordáis que no le había llegado su Luna de sangre? Pues que sepáis que en los días siguientes tampoco llegó. La chica se vio en un apuro. Estaba embarazada de dos meses y su barriga comenzaba a notarse, y por eso comenzó a usar ropa de Caspian. ¡Se viene bendición narniana!

-Sí, es que... ya llevamos bastante tiempo en este barco.

Caspian se giró hacia ella.

-¿Por eso utilizas mis camisas? -sonrió.

-Ya me aburrí de mi ropa -respondió a prisa.

El rey se acercó a ella, comenzó a desatarle la camisa por la zona de la barriga e introdujo la mano por la tela hasta tocar su vientre. Lyra siguió con la mirada cada movimiento.

-Soy un hombre, pero no soy estúpido -miró a sus ojos-. ¿Cuánto?

-¿Cuánto que? -intentó disimular.

-De cuánto tiempo.

Guardó silencio por un momento. Dudó en responder.

-Dos meses.

-¿Cuándo pensabas decírmelo?

-No lo sé.

-¿Te das cuenta del riesgo? -preguntó con un tono más serio-. Estarías mejor con Cornelius.

-Por eso mismo no iba a decírtelo -se cruzó de brazos-. ¡Solo querrías mandarme a casa!

-¿Y qué quieres que haga? ¿Que siga poniéndote en peligro?

-¡No estoy en peligro!

Alguien petó en la puerta y abrió. Era Drinian.

-Magestad, el bote está listo.

-Gracias, Drinian -respondió-. Venid a buscarnos si no hemos vuelto antes del amanecer.

Lyra fue a la puerta pero Caspian la detuvo.

-¿Qué haces? -preguntó mosqueada.

-Tú no vienes.

-¿Qué? Pero dijiste...

-Te quedas aquí.

Drinian seguía en la puerta viendo la escena.

>>Vigílala.

-Sí, magestad.

Caspian salió y partió en el bote junto a Lucy, Edmund y Eustace. Lyra se quedó en el barco junto al resto de la tripulación. Pasó la noche entera en la cubierta bastante preocupada. Esa isla no le gustaba demasiado. No había visto a nadie caminar por su puerto, ni vemtanas abrirse, ni pájaros volar.

-Buenas noches, alteza -dijo Reepecheep cordialmente-. No estéis preocupada. Volverán a estar a bordo y continuaremos nuestra travesía.

-Gracias Reep -el ratoncillo hizo una reverencia y se fue al mástil.

-Alteza -saludó Drinian.

-Muchas gracias -dijo Lyra en mal tono.

-No lo lamento en absoluto -dijo el hombre sentándose al lado suya-. Ya le advertí que si no se lo decías, tendría que hacerlo yo.

Lyra no quiso hablar más. Su amigo tenía razón, y ya le había advertido de ello. Lo único que le quedó fue dormir hasta que alguien le deapertase.

Eso ocurrió pocas horas más tardes. La tripulación, junto a la reina,  se acercó a la isla en botes y desembarcaron en ella. Iban todos encapuchados. Guardaron silencio un instante y luego siguieron el murmullo de voces no muy lejanas. Llegaron a una placita en la que estaban Eustace y Lucy siendo vendidos.

-¡AHORA! -gritó Drinian.

Y como era de esperar, los pueblerinos y la tripulación comenzaron a batallar. Reepecheep fue a liberar a Lucy y Lyra a Eustace. El joven quedó sorprendido y petrificado con tanta violencia, que la reina tuvo que llevarlo a rastras hasta un sitio seguro.

-¿Te encuentras bien? -preguntó ella examinándole-. ¿Te han hecho daño?

-No -respondió el rubio con las mejillas sonrosadas.

-¿Cómo os atraparon?

-Pues -miró a los ojos de la reina y quedó embobado-... eh... en la Iglesia...

-¿Os atraparon en la Iglesia?

-¡LYRA! -gritaron varios hombres, entre ellos Caspian.

Ambos salieron de detrás de la pared donde estaban. El rey se acercó a ella y le abrazó com fuerza. Anoche pensó que no volvería a verla, y el remordimiento de conciencia el carcomía, porque lo último que habían tenido fue una discursión. Otro pensamiendo que le rondó la mente fue que no vería crecer a su hijo. No se perdonaría jamás el dejarlos solos a los dos.

-Yo también... me alegro de... verte -respondió Lyra con dificultad-. ¿Qué te ha pasado? -sujetó a Caspian por la barbilla-. Tienes cortes -miró alrededor donde la tripulación tenía presos a los traficantes.

Caspian se la vio venir.

-Tranquila, cariño. No es nada.

-¿QUIEN DEMONIOS HA SIDO? -gritó yendo hacia ellos, que recularon como pudieron. Hubo uno que no le dirigió la mirada-. FUISTE TÚ, ¿VERDAD? -le agarró por el cuello de la camisa-. ¿QUIÉN TE CREES QUE ERES? ¿¡VISTE LO QUE HAS HECHO A ESA CARITA ESCULPIDA POR LOS DIOSES?! -el hombre estaba atónito-. CABRÓN -y le dio un puñetazo en la nariz que consiguió tumbarlo.

En ese momento Caspian la cogió en peso y la separó del hombre, que no dejaba de patalear y gritar: "suéltame, que lo mato".

-Ya está, campeona -le dijo el rey apartándola de la multitud.

-¿Ves? No puedes dejarme al margen. Tienes que traerme a las misiones.

-Claro que sí, mi heroína.

Cuando Lyra calmó su furia, volvieron a los botes. De camino, un anciano paró al rey. Era uno de los siete Lores, y le entregó una espada llena de roña.

Continuaron caminando, pero nuevamente le pararon. Esta vez fue un marinero. El pobre había perdido a su esposa y necesitaba recuperarla, así que se unió a la tripulación.

-¿Estás bien? -le preguntó la reina a Eustace-. Tienes mala cara.

-Es que... me dan náuseas el solo pensar que debemos volver al barco -dijo con vergüenza.

-No te preocupes. Yo también vomito ahí -ríe.

El muchacho no podía quitar la vista de encima a aquella joven. Era mayor que él, pero tenía algo que llamaba su atención. Tal vez la forma en que lo trataba, o cómo le defendía de los demás.

Era una reina justa, y estaba claro que sería una madre estupenda. Si defiende así a su marido, ¿qué haría por su hijo?

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El Eustaquio se nos enamoró de Lyra JAJAJAJAJAJAJAJA

Las crónicas de Narnia (Caspian y tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora