- ¡Yushiro-san! - grito Tanjiro esquivando los puños del demonio - ¡Más despacio por favor! - uno de esos golpes conectó en sus costillas quitándole el aliento.
- ¡No pares Yushiro! - ordeno Tamayo quien observaba a los lejos.
Siete meses pasaron desde la llegada del Kamado, y si algo había descubierto es que a pesar de ser amable y estar en contra de la violencia, Tamayo era increíblemente estricta, y que Yushiro, bueno...
- ¡Si Lady Tamayo! - habló sonriente aquel amargado demonio, disfrutaba golpear a aquel chico.
No mal entiendan, no lo odiaba ni nada, el niño incluso le agradaba ya que se encargaba de la mayoría de los deberes que solía hacer, cosa que le permitía pasar mucho más tiempo con Tamayo.
- ¡Agh! - recibiendo un golpe en la sien, el peli burdeo cayó al suelo, de milagro no se desmayó.
Pero a pesar de caerle bien a Yushiro, seguía siendo un chico que pasaba, a su parecer, mucho tiempo con la demonio.
- Bien suficiente - hablo la mujer - Tanjiro, descansaras por quince minutos, luego practicaras la danza hasta el amanecer - el chico entrenaba de 6 pm a 6 am sin parar, esto para acostumbrarse a la vida nocturna, ya que los demonio solo actuaban por la noche, el resto del día lo usaba en cumplir sus necesidades básicas y sus deberes, que por cierto, eran autoimpuestos, después de todo no quería aprovecharse de la amabilidad de sus anfitriones.
Su entrenamiento se dividía en actividades físicas variadas, reflejos y combate a puño limpio con Yushiro, que si bien no era un combatiente experto, seguía siendo un demonio muy superior a los humanos, finalmente practicaba los movimientos de la danza del dios del fuego, tratando de perfeccionar sus movimientos lo mejor posible, sin embargo...
"No estoy avanzando" ese pensamiento invadía constantemente la mente del joven desde hace ya varios días "En todo este tiempo lo único que conseguí fue ganar un poco de músculo" se posicionó de forma en que quedó mirando las estrellas "No logré tocar ni una sola vez a Yushiro-san" la luna se reflejaba en sus ojos rubi "¿Que estoy haciendo mal? ¿Se supone que así derrote a Kibutsuji y a Michikatsu?" Quería llorar, pero no podía permitírse eso.
- Tanjiro, ya es tiempo - hablo Tamayo mientras Yushiro le acercaba un bokken.
- Bien - levantándose en el suelo tomó la espada de madera y se dispuso a realizar los doce movimientos de la danza una y otra vez, su padre y sus ancestros lograban bailar durante toda la noche, bajo el frío invernal, sin soltar ni una gota de sudor, pero el a duras penas podia hacerlo por dos horas antes de caer rendido "Por favor, ayúdame Yoriichi"
- Respira, Tanjiro - hablo la demonio, esa frase activó inmediatamente un recuerdo en el chico.
"Tanjiro, la clave es la respiración, dominala y conviértete en un dios del fuego"
Se detuvo, por un momento pensó que se trataba de Yoriichi, pero la idea se desvaneció al instante.
"¿Papá?" Una conversación de hace años se presentó en su cabeza.
- Hay una forma concreta de respirar - hablaba aquel desgastado hombre mientras acariciaba la cabeza de un Tanjiro de cinco años.
- ¿Respirar? -
- Si, una respiración para no cansarte, así podrás bailar eternamente -
...
- Tan... - escuchó una voz que parecía lejana - Tanjiro... Tanjiro... - empezaba a escucharse más y más nítida - ¡Tanjiro! - abrio los ojos.
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Lazos - Kimetsu No Yaiba
FanfictionLos engranajes del destino empezaron a girar luego de esa noche, la noche que cambiaría la vida de los hermanos Kamado de forma brutal. - Obra basada en Branching Paths de SkywardStrike en fanfiction.net