Tanjiro se había acostado a dormir pero le fue imposible, el haberse desmayado de mañana a noche contribuyó en eso, ya eran altas horas de la madrugada y todos estaban dormidos.
"Ese aroma..." De repente percibió un leve olor a flores que ya conocía "¿Ya volvió?" Con ese pensamiento en mente se levantó de la cama y se dirigió a la entrada de la finca.
Como esperaba, ella se encontraba ahí sin un rasguño, su rostro era iluminado por la luna dándole un toque encantador ante los ojos del Kamado.
- ¡Kanao-san! - exclamó, aunque se reprendió mentalmente por haber levantado la voz, después de todo había gente durmiendo - Lo lamento, se que debes estar cansada, pero quisiera hablar contigo un momento -
Ella lo observó con una imperceptible sorpresa, no esperaba que le hablara de forma tan directa, menos después de abandonarlo en la sala de entretenimiento.
- ¿Es posible? - volvió a hablar Tanjiro ante la falta de respuesta, sacando a la pelinegra de sus pensamientos.
Vio con curiosidad como ella sacaba una moneda de su bolsillo y la lanzaba al aire, la atrapó y observó el resultado por unos segundos, era cara.
Sin decir nada ella se sentó en el pórtico de la finca, Tanjiro imitó su accionar y se sentó junto a ella.
- Esto... - la verdad es que el peliburdeo no esperó llegar tan lejos y no tenía claro como expresarse - Verás, basada en nuestro enfrentamiento, ¿Podrías decirme cuales son mis carencias? -
Ella le dirigió la mirada ahora si con evidente sorpresa, pensaba que le reclamaria el haberlo dejado en la mañana.
Pensó la respuesta por unos segundos y finalmente habló.
- No tienes bases como espadachín - Tanjiro la observó confundido pero no interrumpió - Tu físico y reflejos están bien entrenados pero tu forma de pelear es tosca, ni siquiera sabes caer correctamente para evitar el daño y tiendes a usar muchas posturas seguidas -
- Pero mi intención era usar los doce estilos de seguido - trato de justificarse el ojirubi.
- Tal vez en ese momento - continuó hablando ella con voz impasible - Pero en el entrenamiento con Nezuko-san hiciste lo mismo - Tanjiro, recordando la pelea de Zenitsu, Inosuke y el contra su hermana esa misma mañana, se vio obligado a darle la razón a la Tsuyuri - Usas una postura tras otra esperando conectar un golpe, pero eso es contraproducente, solo terminas cansandote más rapido de lo que deberías y bajando la guardia innecesariamente -
Recapitulando sus últimos dos años de vida Tanjiro se dio cuenta, nunca había entrenado verdaderamente como espadachín, Tamayo y Yushiro le dieron entrenamiento físico y peleando con Inosuke logró llevar sus reflejos a un nivel alto, pero aún así no era un combatiente experto.
- En resumen, tienes potencial pero eres ignorante en las técnicas de kenjutsu - finalizó la joven con palabras duras pero realistas.
- Ya... ya veo - respondió el "Así que eh estado perdiendo el tiempo hasta ahora" pensó con decepción pero manteniendo su sonrisa.
Sinceramente Kanao quería retirarse, no creía poder hacer mucho al fin y al cabo, además la situación le era incómoda, no acostumbraba hablar tanto con alguien que no fuera Shinobu. Estaba apunto de irse cuando sin previo aviso el Kamado se levantó e hizo una reverencia ante ella.
- ¡Kanao, porfavor enséñame kenjutsu! - exclamó con determinación mirando al suelo, sorprendiendo a la chica por tercera vez en la noche.
- Pe... pero, Shinobu-sensei y Rengoku-dono... - nerviosa, hace mucho la pelinegra no se sentía de esa forma.
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Lazos - Kimetsu No Yaiba
FanfictionLos engranajes del destino empezaron a girar luego de esa noche, la noche que cambiaría la vida de los hermanos Kamado de forma brutal. - Obra basada en Branching Paths de SkywardStrike en fanfiction.net