Capítulo XII

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El amanecer había llegado, el sol iluminaba la montaña que fue sede de la tragedia.

La pequeña cazadora se aferraba al cuerpo sin vida de su maestro, mientras los árboles eran los únicos testigos de como ella sollozaba.

El pilar había muerto con una sonrisa, pero aquello no le brindaba consuelo alguno al joven corazón de Nezuko.

- ¿Kamado-san? - la mencionada escuchó una voz a sus espaldas, se trataba de Kocho Shinobu, pilar del insecto - ¿Qué... - la mayor notó el cadáver de Giyuu, cosa que le estremeció - ...sucedió? -

- Una luna - respondió la Kamado, con su voz quebrada - La creciente tres - su rostro no se había despegado en ningún momento del pecho del difunto.

La cazadora se acercó a la joven, la pérdida de un compañero le era dolorosa pero sabía que la más afectada era Nezuko, cómo su superior debía consolarla.

- Esta bien - Shinobu se arrodilló junto a Nezuko, y empezó a acariciar su espalda - Todo va a estar bien, mira... - con delicadeza tomó el mentón de la pequeña e hizo que observará el rostro de su maestro - Deberías cerrar sus ojos - la Kamado dudo por un momento, pero finalmente levanto su mano y, con ayuda de sus dedos, cerró los ojos del pilar - Así parece dormido ¿No crees? -

Nezuko desvió su mirada y la dirigió al rostro de la Kocho, quien le sonreía con sincera comprensión, ella por su lado secó las lágrimas que aún salían de sus orbes y le sonrió devuelta.

- Gracias Kocho-san -

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Tanjiro abrió lentamente sus párpados y se sobresaltó al ver los orbes púrpura que lo observaban con indiferencia. El muchacho, recordando los eventos anteriores, rápidamente se incorporó y trató de tomar su katana, al menos hasta que se percato del dos cosas, en primer lugar su arma no estaba en su funda, y en segunda...

"Es de día" suspiró aliviado, dirigió su mirada hacia la chica quien no había dado señales de vida hasta el momento - ¿Eh? Lo lamento, ¡Hola! - saludó con confianza, no estaba preocupado, ella llevaba un uniforme de cazador después de todo - ¿Podrías decirme qué sucedió? - intentó acercarse a ella, pero al dar el primer paso un agudo dolor en todo el cuerpo, dando como resultado una estrepitosa caída contra el suelo.

La cazadora lo observó por un momento, ¿Lo correcto era ayudarlo? No tenía idea, por lo que, en un movimiento casi mecánico, sacó y lanzó una moneda al aire, la cual para suerte de Tanjiro terminó cayendo en 'cruz'.

¿Por qué suerte? Sencillo.

Cruz era ayudarlo a levantarse, mientras que cara era para dejarlo en el suelo a su suerte.

El Kamado sintió como era levantado con poca delicadeza, pero vamos, era mejor que quedarse en el suelo.

- Ejem - Tanjiro aclaró su garganta en un intento de llamar la atención de aquella chica, quien ahora lo tenía cargado en su espalda, llevándolo a quien sabe donde - ¿Podrías decirme tu nombre? - no obtuvo respuesta "Hmp ¡Que grosera!" No podía olfatear las intenciones de la joven, esto cortesía de su nariz rota.

Kanao por su lado solo pensaba en encontrar a algún Kakushi, para atender las heridas del chico.

Al menos hasta que tuvo que esquivar el ataque de alguien.

Lazos - Kimetsu No YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora