Capítulo XIV

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"Esto se está volviendo una mala costumbre" pensó Tanjiro al despertar nuevamente en un lugar desconocido, luego de tan arduo combate. Observó a sus alrededores tratando de encontrar una pista de su paradero, aunque no tuvo mucha suerte.

Estaba en una camilla, a sus lados habían dos más, en una se encontraba Inosuke, sin su máscara y aparentemente dormido.

El peli burdeo trato de levantarse, aunque el dolor en su cuerpo lo volvió una tarea imposible pero, para su suerte, la única puerta de la habitación fue abierta.

- Vaya, despertaste, te dieron una paliza allá afuera ¿No? - era una chica de cabello negro en forma de coletas y profundos ojos azules.

- Esto... ¿Donde estoy? - preguntó el chico.

- Es la finca de Shinobu-sama, la pilar del insecto - ella se acercó a él y antes de que pudiera hacer algo, le deposito un líquido verdoso y bastante amargó en la boca - Es medicina, te ayudará a sanar -

- Gra... gracias - Tanjiro asintió levemente con la cabeza, por poco y se ahoga - Soy Kamado Tanjiro, un gusto -

- Kanzaki Aoi, ahora deberías descansar, volveré en unas horas con más medicina - la muchacha se preparó para retirarse, pero el llamado del chico la detuvo.

- ¡Di... Disculpa Aoi-san! ¿No has visto a un chico rubio por aquí? - la muchacha se tenso por un momento - Estaba conmigo en la montaña, se llama... -

- Agatsuma Zenitsu, esta aquí también... - la mirada de la joven se ensombrecio - ...desgraciadamente -

- Oh, ya veo - el chico, ignorante del estado de Aoi, solo asintió sonriente - ¡Muchas gracias! -

Aoi no respondió nada, solo se fue, asotando la puerta y dejando a Tanjiro solo.

"Olvide preguntar por el estado de Inosuke..." observó a su amigo y solo noto sus ronquidos "Si, creo que esta bien" un suspiro salio de su boca "Mi nariz esta rota, no puedo oler nada"

La puerta de la habitación fue abierta sin previo aviso.

- ¡Oh, gracias a dios! - Tanjiro lo observó, se trataba de un Kakushi, traía a sus espaldas a alguien inconciente, - Disculpa, este lugar está lleno, es la primera cama vacía que encuentro - habló el sujeto al notar la presencia del Kamado, luego de eso el Kakushi dejo a aquella persona recostada en la camilla - Me retiro - hizo una pequeña reverencia y se fue.

Tanjiro miró al cazador inconsciente, cazadora mejor dicho, a su parecer era bastante bonita.

"Su rostro... me parece familiar" la observó más a detalle "¡Sus aretes!" Ahí lo noto, aquellos aretes eran iguales a los que traía, el Kamado tembló al notar como aquella joven parecía despertar.

Y finalmente los vio, aquellos ojos rosados conectaron con su propios orbes rubí.

Lágrimas salieron de sus ojos, y acto seguido la muchacha lloro también.

Ella se lanzó a abrazarlo y el la abrazó devuelta, sin darle la más mínima importancia a su dolor corporal.

Y sin intención de soltarse, Tanjiro pronunció uno de los nombres que siempre llevaba guardados en lo más profundo de su corazón.

- Nezuko -

Al escucharlo la joven sólo pudo sollozar más fuerte y, con voz temblorosa, decir el nombre del último miembro de su familia.

- Tan... Tanjiro -

●●●

- Repugnante - Muzan observó a aquel demonio de apariencia infantil, Rui para ser exactos.

La luna estaba en un estado deplorable, sus ojos no mostraban signos de vida, ya que habían sido arrancados dejando solo cuencas vacías, su cuerpo estaba destruido, su pecho abierto mostraba su corazón aun latente, solamente eso, ya que sus demás órganos y vísceras estaban esparcidas por el suelo con grandes charcos de sangre que empezaba a coagular, aquella era una vista simplemente macabra.

No mostraba nisiquiera un ápice de la regeneración inhumana que caracterizaba a los demonios, Muzan se había hecho cargo de eso, ¿La razón? Simple, Kibutsuji quería desquitar su burbujeante ira y Rui le parecía un candidato más que dignó.

El no cumplió su misión, el tontamente había dejado vivos a los niños de aretes, algo imperdonable desde la perspectiva del padre de los demonios.

Entonces, ¿Por qué había enviado peones en su rescate? Fácil, Rui era su favorito.

El como humano era débil, Rui igual.
El como demonio era poderoso, Rui igual.
El como bestia era despiadado, Rui igual.

Pero había una diferencia, el ingenuo aun conservaba humanidad al creer en los lazos, aunque de forma retorcida, cosa que lo llevó a cometer errores.

Esa noche, Muzan se aseguró de borrar la humanidad de Rui, ¿Y por qué no? También se aseguró de volverlo más fuerte.

Kibutsuji observó como poco a poco el cuerpo de la luna se regeneraba, proceso que finalizó con sus ojos, los cuales mostraban una nueva inscripción.

"Menguante uno"

Fin del capítulo XIV

¡Rumores Taisho!

Tanjiro no cambio mucho su apariencia con respecto a su yo de trece años, por otro lado Nezuko obtuvo rasgos más finos y menos redondos, esto junto con su corte de cabello que enmarcaba perfectamente su rostro complicó que el mayor la reconociera a primera vista.

Lazos - Kimetsu No YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora