Te amo (Aguslina) (TE #3)

7.

Después de una atareada mañana de repartir invitaciones a todos los cordobeses miembros de la familia Bernasconi y de la familia Aspitarte, finalmente los prometidos tenían ese momento a solas que tanto habían anhelado este último tiempo desde que se comprometieron.

-Creí que mi tía Candelaria jamás nos dejaría ir.- el morocho suelta una pequeña risa mientras se deja caer en su antigua cama de adolescente.

La morocha no dice nada, sólo se limita a asentir mientras observa a su prometido y recuerda lo ocurrido esta mañana en el desayuno con los padrinos de Agustín y la hija de estos, Támara.

-¿Qué ocurre, cariño?- Agustín se levanta un poco, se recarga sobre sus antebrazos y mira a su novia al ver que esta no dice nada y sólo se limita a contemplarlo mientras cepilla su cabello con sus manos.

Carolina una vez más no dice nada. Nunca le ha gustado ser alguien celosa, sin embargo desde que está enamorada del morocho es algo que le resulta imposible ocultar. Todo empezó cuando este comenzó a salir con su mejor amiga Valentina, continúo cuando Carolina se enteró del noviazgo que el cordobés llegó a tener con una chica llamada Isabella y ahora sigue al saber sobre su viejo noviazgo con Támara, la hija de los padrinos de Agustín.

Ella sabía que cuando Agus y ella se hicieron novios, él ya había tenido novias antes, no era tan ilusa como para creer que ella sería su primera novia, no, era obvio que ese lindo y muy atractivo chico había tenido historia con más de una chica, sin embargo conocerlas, tratar con ellas es algo que le resultaba complicado, porque pese a que en los últimos meses ha estado trabajando en sus inseguridades, aún le cuesta trabajo no sentirse menos a lado de chicas guapas que quieren llamar la atención de su lindo prometido.

-¿Caro?- El morocho insistió, logrando sacar de sus pensamientos a la morocha, la cual apenas si le regalo una sonrisa que en realidad parecía más una mueca.

-Creo que debemos hablar- prefirió hablar, había considerado en decirle que no ocurría nada, pero si lo hacía solo se engañaría, pues sabía que Agustín insistiría hasta que ella le dijera la verdad y siendo honestos ella necesitaba saber que había ocurrido con esa linda chica- en el desayuno me dijiste que me explicarías lo de Támara, y yo te dije que sí, que tendrías que hacerlo, así que creo es el momento de hacerlo.

-Bien, ¿Qué quieres saber?- el morocho se incorporó sentándose en la cama y señaló el lugar en la cama a lado de él para que así su novia se sentará junto a él. Carolina dudo en hacerlo, sabía que tener cerca a su prometido era algo que le complicaría las cosas ya que se trataba de una plática seria y cuando Agustín se decidía a querer evadir una plática y cambiar de tema, sus poderes de seducción lograban hechizar a la morocha haciendo que esta olvidara todo lo que ella quería saber y por lo que quería hablar, y terminaban haciendo el amor.

-Sólo quiero saber porque no me dijiste que ella fue tu novia.- lo miró seria, sin embargo no causó reacción alguna en el morocho, él no le veía nada de malo que Támara haya sido su novia porque para empezar fue uno de esos noviazgos que no son serios y que sólo los tiene uno con una gran amiga porque quería experimentar lo que era tener una novia en ese tiempo.

-No le vi el caso.- dijo sincero, ganando que Carolina lo mirara algo molesta por la falta de interés en el tema.

-¿Y por qué?, porque para mí si que era necesario que me lo comentaras.- se cruzó de brazos y giró su cuerpo sobre la cama quedando de lado para así poder el perfil de Agustín, lo cual sólo pudo hacer durante unos segundos, pues el morocho al igual que ella, se giró de lado para poder verla de frente.

-Pues porque fue hace muchos años, ya te dije fue un noviazgo sin importancia que en realidad tuvimos ella y yo porque ambos queríamos saber que se sentía tener una novia en mi caso en ese tiempo- se encogió de hombros- los dos nos conocemos desde bebés y somos amigos desde hace años así que no vimos mal en experimentar entre nosotros para tener una relación.