Habían pasado un par de semanas desde lo sucedido con Serafall, y su ausencia en la mansión Lucifer se hacía notar. La joven Mahou evitaba aparecer y también trataba de esquivar a Issei en las reuniones con los demás líderes, algo que no había pasado desapercibido para el castaño. Decidió darle tiempo y espacio, esperando que eventualmente ella encontrara la manera de lidiar con sus sentimientos y la complicada situación.
Esa noche, Issei se encontraba en su casa, alistándose para una cena en la residencia de Sirzechs Gremory. No quería llegar tarde, así que se vistió con esmero, luciendo más apuesto de lo normal. Eligió un elegante traje oscuro, con una camisa blanca y una corbata que combinaba a la perfección. Su apariencia impecable reflejaba no solo su estatus, sino también su determinación de no dejarse afectar por los recientes eventos emocionales.
Al llegar a la residencia Gremory, Issei notó que el lugar estaba lleno de gente. Al parecer, la cena no era tan pequeña e informal como le habían dicho inicialmente. Sintió una leve incomodidad ante la multitud, pero mantuvo su clase y compostura. Saludó a los presentes con cortesía, intercambiando breves palabras con varios miembros de clanes importantes que habían asistido al evento.
Entre los asistentes, reconoció a algunos del clan Bael, del clan Sitri y de otros clanes relevantes del inframundo. La atmósfera era animada, con conversaciones y risas llenando el aire. Issei avanzó con elegancia, sintiéndose algo fuera de lugar pero decidido a mantener su presencia.
Mientras caminaba entre los invitados, no pudo evitar recordar la última vez que había visto a Serafall. Su mente vagaba entre los recuerdos y las preocupaciones sobre su ausencia, pero se obligó a centrarse en el presente. Este era un evento importante, y su comportamiento debía estar a la altura.
"Issei, me alegra que pudieras venir," dijo Sirzechs, acercándose con una cálida sonrisa. "Por favor, siéntete como en casa."
"Gracias, Sirzechs. Es un honor estar aquí," respondió Issei, devolviéndole la sonrisa. "No esperaba tanta gente, parece ser un evento bastante importante."
"Sí, se ha convertido en algo más grande de lo planeado," admitió Sirzechs, riendo suavemente. "Pero es bueno ver a todos juntos. Aprovechemos la ocasión para fortalecer nuestros lazos."
Issei asintió, comprendiendo la importancia de estas reuniones para mantener la armonía entre los diferentes clanes. Continuó moviéndose entre los invitados, saludando a conocidos y presentándose a aquellos que no había tenido el placer de conocer antes.
A medida que avanzaba la noche, Issei no pudo evitar buscar con la mirada alguna señal de Serafall, aunque sabía que probablemente no estaría presente. A pesar de la multitud y la actividad a su alrededor, no podía sacudirse la sensación de que algo faltaba. Sin embargo, decidió disfrutar de la velada lo mejor que pudo, participando en conversaciones y aprovechando la oportunidad para estrechar lazos con otros líderes del inframundo.
La noche avanzaba en la residencia Gremory, y la atmósfera seguía siendo vibrante. La cena continuaba con la misma elegancia y esplendor con que había comenzado, cuando la atención de todos fue captada por la llegada de dos figuras conocidas: Serafall y Grayfia
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