LUZ

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"¿Cuál es tu nombre, cariño?", preguntó divertida, mientras intentaba mantener el contacto visual con el castaño que, preocupado, la colocó a la mujer cuidadosamente en el suelo antes de levantarse y mirarla con una expresión fría y seria.

"¿Cuál es tu nombre, cariño?", preguntó divertida, mientras intentaba mantener el contacto visual con el castaño que, preocupado, la colocó a la mujer cuidadosamente en el suelo antes de levantarse y mirarla con una expresión fría y seria

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Sin inmutarse por su falta de respuesta, la mujer continuó con su actitud desenfadada. "Pero qué modales los míos, pido tu nombre sin darte el mío. Albedo, para servirte fufufu. ¿Y el tuyo?", añadió, cruzando los brazos de una manera que hizo rebotar sus pechos, buscando alguna reacción del joven.

"Issei Lucifer", respondió él de manera cortante. Al escuchar su nombre, la expresión de sorpresa se dibujó en el rostro de la mujer.

"Así que eres el Otōto de Rizevim-chan", comentó Albedo con una mezcla de diversión y malicia, mientras el castaño fruncía el ceño visiblemente al escuchar el nombre de su "hermano" mayor. La mención de Rizevim claramente no le causaba ninguna gracia.

"Parece que no te llevas bien con tu Oniichan por tu rostro. Me alegra informarte que ya eres tío abuelo, así que me llevaré a la pequeña heredera Lucifer y a la nuera de Rizevim", mencionó señalando a la niña y a la mujer inconscientes. Issei dirigió una mirada rápida hacia ellas antes de volver a centrar su fría mirada en Albedo.

"Ni pienses que te dejaré llevártelas, ni a la niña ni a la mujer. Si deseas conservar tu vida, te recomiendo que te marches", habló Issei con un tono gélido, levantando levemente su aura en un intento de intimidarla. Para su sorpresa, la mujer soltó una fuerte carcajada, sin mostrar el más mínimo atisbo de temor.

"Conservar mi vida... sí que tienes un gran sentido del humor... me recuerdas tanto a tu padre, Luciel", dijo Albedo con malicia, sus palabras resonando con una extraña familiaridad. La expresión de Issei cambió de sorpresa a incredulidad ante el hecho de que esa mujer conocía a su progenitor.

El castaño apretó los puños, tratando de mantener la calma mientras procesaba la situación. Sus pensamientos volaban rápidamente, sopesando las implicaciones de lo que Albedo había dicho. ¿Quién era realmente esta mujer, y cómo estaba tan conectada con su familia?

Albedo, disfrutando de su reacción, continuó hablando con una confianza que rayaba en la provocación. "Debes de saber, querido Isse-chan, que tus amenazas no tienen el efecto que esperas. He visto mucho más de lo que puedes imaginar"

Issei mantuvo su postura firme, su mirada fría como el hielo mientras observaba a Albedo. "No lo volveré a repetir, así que será mejor que te marches de este lugar...", habló con frialdad, su voz resonando en el aire tenso del bosque.

Albedo, sin embargo, no se dejó intimidar. "Idéntico a Luciel, pero con la mirada de la perra de Haniel," dijo con malicia y desagrado, sus palabras cargadas de veneno al mencionar a los padres del joven.

Issei sintió cómo la ira crecía dentro de él, su aura demoníaca elevándose en respuesta. "No permitiré que te expreses de esa manera de mi madre," replicó con fastidio, su voz vibrando con la furia contenida mientras su aura se intensificaba. Sorpresivamente, una armadura negra cubrió el cuerpo de Albedo, quien se lanzó contra Issei con velocidad fulminante.

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