Valery llegó a la casa sin encontrar a su Oniichan. Issei siempre estaba allí esperándola. La comida que él había preparado se había evaporado de tanto hervir, algo que le pareció raro. ¿Acaso algo malo le había pasado? Pasó toda la noche esperándolo y él nunca llegó. Desesperada, llamó a su teléfono, pero este estaba en la casa. No entendía cómo había desaparecido sin decir nada.
Los días pasaban y no sabía nada de él. Valery dejó de ir a la escuela, incapaz de concentrarse o encontrar sentido en su rutina diaria sin Issei. La comida se le iba acabando y la desesperación comenzaba a instalarse en su corazón. Issei no aparecía, y cada día sin él se sentía más larga y oscura. Intentó buscar trabajo, pero nadie se lo daba por su edad.
Poco a poco, empezó a buscar refugio en las calles, aunque siempre volvía a casa con la esperanza de encontrarlo allí, esperándola con una sonrisa. A medida que los días se convirtieron en semanas y luego en meses, esa esperanza comenzó a desvanecerse, pero Valery se aferraba a ella con todas sus fuerzas. Ya tenía 12 años y la vida en la calle la había endurecido, pero no había perdido su espíritu ni su deseo de encontrar a Issei.
Un día, mientras vagaba por la calle, fue atacada por unos demonios callejeros. Aunque luchó valientemente, la situación parecía desesperada hasta que dos jóvenes intervinieron, ayudándola a derrotar a los demonios. Sus nombres eran Tobio
y Lavinia
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LUCIFER
FanfictionLuz y oscuridad dos caminos conectados por un mismo nombre: "Lucifer"