"Con la muerte de Elohim, ahora el único dios... soy yo," dijo Issei, su tono era gélido y calculador. Los ojos de Rizevim se abrieron de par en par, el terror surgiendo en su rostro ante la declaración de Issei.
"¿Qué estás diciendo, maldito?" gritó Rizevim, intentando mantener su compostura, aunque la desesperación se reflejaba en su voz.
La técnica de Issei azotó el lugar como si se tratase de un potente huracán, su poder desatado transformando la atmósfera festiva en un escenario de horror. Un aura de energía destructiva emanó de Issei, expandiéndose rápidamente con una fuerza imparable. Los presentes no pudieron hacer otra cosa más que ser testigos de la devastación que se desencadenaba a su alrededor.
Gritos de dolor llenaron el aire, resonando como una sinfonía macabra mientras la purga divina tomaba su curso. La energía cortante se extendía en todas direcciones, sin discriminar entre amigos y enemigos. La luz cegadora de la técnica iluminaba el caos, revelando rostros contorsionados por el sufrimiento y cuerpos siendo mutilados sin piedad.
El rango de esta manifestación de la "Purga Divina" era menor en comparación con la que había utilizado contra el Dragón Emperador Rojo, y parecía menos potente. Sin embargo, en el lapso de sesenta segundos, la destrucción fue total. Issei no podía elegir objetivos, y su técnica se desplegaba sin distinción, cortando y destrozando todo a su paso. El poder de la purga divina no mostraba misericordia.
La técnica era un espectáculo de destrucción pura: cortes afilados como cuchillas de viento llovían por todas partes, derribando estructuras y partiendo a las personas en su camino. La fuerza del ataque era tal que el mismo aire parecía vibrar con la energía letal. Las paredes de la mansión Gremory se desmoronaban, los suelos se agrietaban, y cualquier objeto que no estuviera reforzado mágicamente era reducido a escombros.
Cuando finalmente la técnica cesó, el silencio que siguió fue ensordecedor. La escena que quedó tras la purga divina era de una devastación absoluta. Cuerpos descuartizados yacían dispersos por doquier, en posturas antinaturales y bañados en sangre. La zona misma, que antes había sido un lugar de celebración, ahora estaba arrasada, cubierta de ruinas y escombros. La destrucción era tal que parecía imposible que algo hubiera sobrevivido a la furia desatada por Issei.
El aire estaba cargado de un olor acre, una mezcla de sangre, polvo y magia quemada. Fragmentos de piedra y madera se encontraban por todas partes, y las grietas en el suelo eran testigos de la violencia del ataque. Las pocas estructuras que quedaban en pie se tambaleaban, al borde del colapso.
Entre los cuerpos dispersos, se podían ver los rostros de quienes habían asistido a la boda, ahora irreconocibles por el horror que los había sobrevenido. La sangre formaba charcos y líneas que marcaban el suelo, un recordatorio sombrío de la devastación que Issei había desencadenado.
La mansión Gremory, que había sido el escenario de una unión festiva, ahora parecía un campo de batalla después de una guerra catastrófica. El contraste entre la alegría que había llenado el aire y el desolador panorama actual era desgarrador. La purga divina de Issei había dejado su marca, un recordatorio de la furia y el poder desatados en ese fatídico momento.
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LUCIFER
FanfictionLuz y oscuridad dos caminos conectados por un mismo nombre: "Lucifer"