Camino detrás de la tal Selenia, en la agencia central de actores. No sé por qué vinimos aquí, es el sitio donde más trabajo. No es un simple canal, la central Estrellas, es mundialmente famosa. Nadie ingresa aquí así sin más, a mí me costó mucho, pero ahora soy una desconocida, sería un chiste que entrara tan fácil.
Mi supuesta hada madrina, entra a la oficina del jefe de la agencia, me deja solo por unos segundos y cuando vuelve, de la nada dice que ya tengo contrato.
—Estás loca, no te voy a creer —expreso reacio y me entrega un documento—. ¿Qué artimañas veloces usaste para esto?
—Me encanta que seas tan escéptico. —Se ríe.
—Bueno ¿Ya me puedo ir?
—¿Qué? ¿No vas a presentarte a la audición? —Enarca una ceja—. Creí que eras un artista —dice en tono de burla.
—No voy a conseguir el papel, no soy nadie con este rostro, antes tenía un nombre y ahora ese nombre tampoco me sirve porque lo arruiné, así que deja de molestarme.
—Te estoy dando una nueva oportunidad, ¿y así me tratas? Qué grosero, te enviaré al manicomio, para que aprendas.
—No me amenaces ¿Acaso sabes quiénes son mis padres? Importantes empresarios que te pueden hundir si lo quisieran.
Mantiene su sonrisa maliciosa.
—Sí, lo sé —expresa con confianza—. Lástima que te den la espalda ahora, ¿no?
Una punzada llega hasta mí, entonces bajo la vista angustiado.
—¿Cómo sabes eso?
—Oh, yo lo sé todo de ti, Ginji —aclara con malicia—. Por eso eres mi víctima perfecta.
Alzo la vista algo desconcertado.
—¿Quién rayos eres?
Suspira.
—Vale, te haré una demostración simple. —Chasquea los dedos y en un pequeño humito, aparece una taza con su respectivo platito, el líquido creo que es de café, el aroma intenso llega hasta mí—. Qué delicia. —Toma un sorbo y se relame los labios—. Te cambié toda una vida, ¿y esto es lo que más te sorprende? Qué gracioso. —Se ríe de mi gesto.
—Eh... ¿Eres alguna especie de mago ilusionista?
Se carcajea.
—¡¿En serio?!
—Seamos sensatos, ¿quién creería algo así? —Enarco una ceja.
—¿Quieres pruebas científicas? —se burla—. No tengo tiempo, ve a esa audición. —Tira la taza hacia atrás y esta desaparece en una pequeña explosión, da la vuelta para ponerse detrás de mí, entonces me empuja para que camine—. Vamos, aprovecha que estoy de amable.
—¡Ay! —me quejo.
Una vez en la sala, rápido viene el director y me señala el escenario. Nunca había hecho esto tan rápido como ahora, me siento como cuando comencé a tener fans, como una estrella en ascenso.
Tomo el papel y recito las palabras del guion, todos quedan asombrados con mi actuación, incluso la loca hada. Es lo que mejor hago, así que no me sorprende, actuar lo tengo impregnado en mi alma. Es mi pasión, mi única meta en la vida.
Una vez que me detengo, todos aplauden, dejo de estar inmerso en el personaje que interpretaba y me petrifico al ver a Rouge en la entrada de la sala. Está mirándome fijo y muy serio a comparación de los demás ¿Se habrá dado cuenta de que soy yo? Imposible, ni yo puedo aceptar lo que me pasa.
Voy a bajar del escenario para hablarle, pero Selenia me detiene en el camino, así que veo como Rouge se va de la sala.
Maldición.
—Había escuchado de que eras bueno actuando, pero no creí que tanto —me felicita la loca.
—Ya déjame en paz. —Suspiro—. ¿Me permites pasar?
—Olvídate de tu novio, ahora necesitamos ocuparnos de tu carrera.
—No es mi novio, es mi mánager y el único en quien confío, así que apártate ahora.
—Ay, qué romántico. —Hace una risilla.
—Por favor —pido desganado.
—Ve a casa a descansar y luego hablamos.
—Gracias. —La esquivo y me voy directo a la salida.
—Esperaré tu llamada a la policía, yo advertiré al manicomio.
Creo que es una clara amenaza, así que me detengo, pero cuando me giro para defenderme, ha desaparecido.
Lo sé, me estoy volviendo loco.
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La secta del cambio de género
ParanormalEn el pasado cuatro vidas fueron condenadas por el destino, lo que perjudicó por completo a sus reencarnaciones. Ginji, la puerta de todo, quien para entrar en el mundo del espectáculo se disfrazó de chica y fue descubierto, haciendo que el mal t...