La secta del cambio de género

Capítulo 13

Ginji

Gracias a las amenazas indirectas de Selenia, termino yendo al cine con Talk ¿Puede ser peor? Tener a Talk a mi lado y en la pantalla parece la peor pesadilla, así que no hay algo tan malo como esto. Lo odio, siempre me ha ganado en muchas cosas y se burla de mí cuando fallo. Es un egocéntrico a más no poder ¡No lo soporto!

Bosteza mirando su propia película, así que sonrío.

—¿Qué pasó? ¿No eres tan bueno como creías? —Es mi momento de burlarme.

Sonríe y pone su brazo en el respaldo de mi silla.

—¿Por qué tan tensa, Gini?

Bufo. Ni sirvo para burlarme ¡¿Por qué el mundo me odia?!

—¿Te gusta o no? —Me regreso a la cuestión anterior.

—Tú más. —Me guiña.

—¿Y por qué el bostezo?

—Ah. —Suspira—. Es que no soy yo.

—¿No? —Me río—. ¿Y cómo es eso? Estás actuando, ¿o no?

Se ríe.

—Toda la razón.

Miro a la pantalla.

—Dime ¿Por qué odias a Ginniska? —Ya que estoy, sacaré provecho de la situación, total todavía no la puedo cambiar.

—Se disfrazó de chica, burlándose de todos, ¿no es poco?

Frunzo el ceño.

—Antes de eso.

—Por la misma razón, porque yo ya lo sabía —expresa serio.

Me paralizo.

—¿Qué?

—Lo vi, descubrí su mentira antes que ese paparazzi, hace mucho tiempo. Te diré la verdad, Gini, fue por envidia, me irrita mucho todas las oportunidades que tuvo, se le abrieron las puertas rápido, haciéndose pasar por mujer. Y sabes cómo es la industria y el mundo en particular, a las mujeres no les dan esos tratos. Viene de repente él y se disfraza de una ¡Y pum! ¿Es ultrafamosa? Qué irritante.

Quedo sorprendido, ahora veo porque tiene tantas fans del plantel femenino, no es solo porque sea guapo.

—No sabía que eras defensor de los derechos de las mujeres, pero... —Hago una pausa—. ¿Y si realmente tenía talento? ¿Y si no quería burlarse como todos creen? —Frunzo el ceño—. ¿Acaso le dieron oportunidad de explicarse?

—No sé los demás, pero yo le di tiempo de explicarse, no revelé su secreto, él solo se hundió.

—¿Por qué?

—Sí creo que tiene talento, no voy a arruinar su carrera por algo tan banal como la envidia, el karma llega solito. Las mentiras tienen patas cortas y ya viste lo que ocurrió.

—Vaya. —Quedo callado, mirando hacia el suelo.

Se hace un silencio hasta que él vuelve a hablar.

—¿Nos vamos? —Me ofrece su mano.

La acepto solo para que los periodistas nos vean y no tener problemas con Selenia. Caminamos de la mano, fuera del cine, entonces terminamos paseando por el shopping.

Creo que ahora entiendo más a Talk, aunque eso no le da derecho a maltratarme. Si hubiera sido más maduro debió enfrentarme y quizás le habría explicado mis razones para disfrazarme de mujer, pero prefirió métodos más negativos.

Mi celular suena y nos detenemos, con mi mano libre atiendo.

—Deben irse. —Oigo a Rouge del otro lado de la línea—. Algo malo va a pasar.

—¿Disculpa? —Quedo perplejo.

—Apresúrate y sepárense, yo sé lo que te digo.

—Pero Rouge...

Talk me arrebata el teléfono.

—Piérdete, mánager, no es tu día. —Le cuelga.

—¡¿Pero qué haces?! —me quejo mientras me aparto de su cercanía—. Eso fue muy descortés.

—Descortés es que interrumpan nuestra cita y... —De repente la luz se corta y él se calla—. Mierda —se lamenta, entonces en la oscuridad veo una silueta irse.

—¿Talk?

¡¿Me dejó solo?! ¡¿Pero qué le pasa?!