Capítulo 17

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Ginji

No puedo enfrentarme a mis padres, no, definitivamente no, entonces...

¡¿Por qué estoy aquí?!

Observo hacia arriba, la mansión es tan grande como la recordaba, hasta parece más enorme. Bajo mi vista para luego moverla en dirección hasta Talk, por lo tanto lo miro de mala manera.

—¿Por qué me trajiste hasta aquí?

Se ríe.

—¿No quieres saber lo que dicen? —Levanta su dedo hasta el timbre—. Si buscan a Ginji es por algo, ¿no?

—¿Y si él no quiere perdonarlos?

—Estará en todo su derecho, pero tú no eres Ginji para decidir por él, ¿no lo crees así?

Agarro su muñeca rápido y la aparto de ese botón.

—No me hagas arrepentir de haberte acompañado —digo amenazante.

—¿Y por qué vinimos?

Lo suelto y doy un paso hacia atrás.

—Para investigar. —Me giro y me sigue—. Vamos por la puerta trasera, la de servicio.

—Conoces bien el lugar.

—Sí —me limito a decir mientras avanzo.

Una vez en la puerta, busco en una de las plantitas de la ventana y agarro la llave, abro, luego la dejo en su lugar. Por suerte no hay nadie al entrar, entonces nos dirigimos directo a mi cuarto.

—¿Qué buscamos exactamente? —consulta Talk.

Avanzo por mi habitación, está tal y como la dejé cuando me echaron. Me detengo para responderle a Talk, me giro a mirarlo.

—Pruebas de que esos que se hacen llamar padres se pusieron a buscar a Ginji de verdad.

—Lo vi en un artículo ¿Por qué no les preguntas directo?

—Porque mienten, el único que hizo una denuncia fue Rouge, seguro se acreditaron su participación.

—Vaya, te ves enfadada —opina.

—Bueno, es que ellos... —Me lo pienso mejor para explicar desde el punto de vista de una prima—. Son muy malos, yo vi como lo han maltratado psicológicamente durante años.

—Entiendo. —Hace una pausa y mira el lugar—. Esta habitación es hermosa, me da un poco de envidia.

—¿A qué te refieres? Tú tienes un lindo departamento.

—Ah, es que hablaba de mi amiga, no tuvo una buena infancia, ni casa ni familia, pero si es como dices, debe ser mejor no tenerlas.

—Más hablas de tu amiga, más ganas me da de conocerla ¿Cómo se llama?

—Taeri, le dicen Tae.

—¿Qué bonito nombre? ¿Es asiático, no?

—Como Ginji.

Me río.

—Sí, creo que mi primo y tu amiga tienen muchas cosas en común.

Sonríe.

—Sí. —Nos quedamos un rato mirándonos hasta que él vuelve a hablar—. ¿En qué puedo ayudarte? ¿Qué sería una participación como prueba para saber si realmente lo buscan?

La secta del cambio de géneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora