Capítulo 16

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Ginji

Su boca suave, su mano recorriendo mi cuerpo y el suyo tan cerca. Todo eso se forma en la oscuridad, las sensaciones se magnifican cuando no puedes ver. Lo único que puedes hacer es tiritar, oír tu respiración junto a la suya y se te escapa un sonido.

—¡Corte! —grita el director y reacciono.

Talk se ríe.

—¿En qué estabas pensando, Gini? —se burla mi rival.

—Yo... —Siento mis mejillas arder.

Anoche nos besamos con Rouge y no puedo dejar de pensar en eso. Estoy tan desconcentrado. Debí haberlo alejado, pero no lo hice. No tengo idea de lo que me pasa.

—¿Seguimos? —pregunta el chico de cabello negro.

Sin embargo quisiera estar charlando con el otro que tiene el mismo color de pelo, no conversamos desde el beso y eso que desayunamos juntos.

—¿Saben qué? —vuelve a hablar Talk y mira al equipo—. Frenemos aquí, estoy cansado.

Veo que me ignora y se va, así que lo sigo.

—Espera un segundo ¿Qué te pasa? —consulto y se detiene a mirarme, me observa tan fijamente que me paralizo—. ¿Q... ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? —expreso nervioso.

—El mundo es muy superficial, siempre se fija en caras y cuerpos, nunca en el alma o el talento, es muy triste —dice serio.

—Qué profundo —opino.

Se ríe.

—Supe de tu prima.

Me sobresalto.

—¿Qué?

—Quiero decir, averigüé más de tu primo.

—Ah ¿Sí? —manifiesto nervioso—. ¿Y qué averiguaste?

—Sigue desaparecido, así que tus tíos emitieron una búsqueda.

¿Mis papás?

—Imposible. —Bajo la vista, triste—. Lo odian, como todos.

—Yo no, lo juzgué mal.

Alzo la cabeza, sorprendido.

—¿Eh?

—Lo echaron de la casa, la gente lo ignoraba, le surgió esta oportunidad de ser otra persona y la tomó, cualquiera hubiera hecho lo mismo en su lugar.

—Tú, ¿me crees... —Reacciono y muevo la cabeza, antes de corregir mi error—. Digo, ¿le crees?

—Eso dije. —Hace una pausa—. Tengo una amiga que padeció algo parecido, es por ella que estoy aquí, cumplo su sueño en su lugar.

—Vaya, no sabía —expreso asombrado.

—¿Puedo invitarte a un lugar? —pregunta de repente.

Suspiro.

—De acuerdo, de todos modos no me queda otra, hay que seguir con la relación falsa.

Se carcajea.

—No, esto no tiene nada que ver con eso.

—¿Entonces? —Enarco una ceja.

Se pone muy serio.

—¿Te gustaría visitar a tus tíos?

¿Qué? No puedo hacer eso ¿Por qué lo haría? Visitar a mis padres sería suicidio de identidad. Definitivamente no puedo hacerlo, pero cómo le digo que no, si Selenia está vigilando. Además si voy ¿Qué? ¿Le lavarán el cerebro a ellos también? Ya es suficiente con que Talk piense que me he acostado con él y estoy seguro que no es cierto.

La secta del cambio de géneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora