Mi ex novio (SK8)

Nueva rutina

—No puedo, no puedo. —Se repetía una y otra vez el Kyan mientras se encontraba sentado sobre la taza del baño, con la cara tapada por sus propias manos al mismo tiempo que las lágrimas salían de sus hermosos ojos ámbar.

Solo tres días habían pasado desde la ruptura de Langa y era tiempo que Reki volviera a la escuela, puesto que no podía quedarse llorando en su habitación para siempre, o eso es lo que le había dicho Kazu, pues Reki si quería quedarse llorando en su habitación hasta morir.

Lo malo no era volver en sí a la escuela, puesto que Reki extrañaba a sus compañeros; lo malo era ver el rostro de Langa, quien seguía siendo su compañero de clase. Ya no se sentaban uno al lado del otro, puesto que ya estaban en su último año de preparatoria y los habían movido de lugar, pero seguían estando en la misma clase.

Desde su ruptura, Reki había estado ignorando a Langa. Ya no iba a S, no iba a trabajar ni tampoco iba a clases, con la excusa de que estaba enfermo, aunque esto no era falso, ya que el Kyan se enfermó al día siguiente de la ruptura y no pudo descansar bien por las constantes pesadillas que lo atormentaban día y noche.

Mi príncipe<3

En línea

Reki, por favor responde

No quiero perder tu amistad

Quiero seguir siendo tu amigo

No me ignores

Numerosos mensajes le llegaban a Reki por parte de Langa, pero el pelirrojo no había tocado su celular, puesto que Kazu se lo había quitado con el pretexto de "Así no vas a olvidarlo". El pelimorado tampoco veía los mensajes de Langa, simplemente los ignoraba.

Seguiría atormentándose si no fuera porque Kazu tocó la puerta del baño.

—Reki, llegaras tarde. —Le mencionó el chico. Kazu se había quedado con él los últimos 3 días, por lo que le estaba infinitamente agradecido, pero aún no se sentía con las ganas para abandonar su preciada habitación. —Por favor, lo prometiste.

Y lo sabía. Reki le había prometido a Kazu el seguir adelante y no dejar que el recuerdo de Langa lo estancara, por lo que, usando toda su fuerza de voluntad, se limpió sus lágrimas, se lavó su cara y salió de su baño, listo para empezar su nueva rutina.

Una rutina donde Langa no estaba incluido.

Porque sí... Reki si cumple sus promesas.

Al verlo salir, Kazu le sonrió. El chico estaba orgulloso de su amigo y de su gran fuerza para continuar.

Sin duda, Reki es un guerrero.

Antes de salir rumbo a la escuela, Reki desayunó junto a su familia, quienes no hicieron algún comentario respecto a Langa, ya que todos sabían lo que había pasado. Ni siquiera las gemelas tocaban ese tema, pues, aunque seguían siendo pequeñas, tenían una idea de lo que estaba pasando, por lo que vieron en Kazu un nuevo chico con el que podían jugar.

—¡Kazu, juguemos a peinarte! —Le dijo la gemela menor, quién estaba muy enamorada del pelo lacio de Kazu. En algunas ocasiones lo comparaba con el cabello de Langa, pero decidió borrar eso de su mente, ya que Langa era visto como el chico que hizo sufrir a su hermano mayor.

Kazu se rio de aquello. —Cuando regrese de clases, me podrán peinar y maquillar.

La familia Kyan estaba maravillada con el muchacho de cabellos morados, por lo que dejaron la vida de Reki en sus manos.