Mi ex novio (SK8)

Celos

Yo no quería amarte, tú me enseñaste a odiarte

Todos los besos que me imaginé vuelven al lugar donde los vi crecer

Pablo Alborán

Canción: Saturno

Reki había cortado toda conexión con el Hasegawa desde aquel día en que terminó con él. No podía evitar sentirse solo, puesto que el Kyan seguía siendo alguien especial para él y lo último que quería era distanciarse de su primer amigo.

Tras haber visto como el Kyan lo evitaba en clases, Langa le había mandado millones de mensajes a su celular,pero el pelirrojo nunca contestaba, haciendo imaginar al Hasegawa que Reki lo odiaba, aunque esto solo fuera parte de su imaginación, puesto que Reki no lo odiaba, simplemente estaba dolido. Reki no era rencoroso ni le gustaba odiar a las personas, sin embargo Reki si era capaz de odiarse a sí mismo.

Cierto... Reki nunca sería capaz de odiarlo. Y se lo había demostrado en muchas ocasiones.

Ni siquiera se había enojado cuando le había dado la mitad pequeña de su hamburguesa, a pesar de que el Kyan estaba hambriento al igual que él por tanto patinar.

—¿En serio me darás esta parte? —Reki apuntó a la mitad de la hamburguesa que Langa le había dado especialmente para él. Miró a Langa, esperando que fuera más considerado con él, después de todo eran amigos, ¿no?

—¿No quieres? —Preguntó Langa.

—Langa —Reki suspiró antes de continuar —, me estás dando la mitad más pequeña de tu hamburguesa.

Langa seguía sin entender y continúo comiendo su parte grande de la hamburguesa, a lo que Reki no pudo evitar reír. Sabía que Langa era un tragón, pero esto era demasiado para él.

Sin embargo, Langa aún creía que Reki lo odiaba, y de tan solo pensar en eso, había decidido no ir a buscarlo ni una sola vez a su casa. Confiaba en que sus amigos y Kazu cuidarían bien de él... no como él, quién lo hizo sufrir por culpa de sus confusos sentimientos de adolescente hormonal.

Y ahora Kazu estaba invadiendo los pensamientos del Hasegawa. ¿Por qué había vuelto Kazu después de tanto tiempo? Pareciera como si fuera una mala jugada del destino, aunque esto no fuera del todo incorrecto, puesto que Kazu había llegado en el momento indicado para sacar a Reki de las garras de Langa.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que Langa no se dio cuenta de que, inconscientemente, había llegado al restaurante de Joe, lugar donde había ido a comer y a cenar con el Kyan cuando eran amigos y novios.

—Reki, pásame la sal. —Escuchó Langa, a lo que volteo tras escuchar aquel bello nombre. Reki se encontraba comiendo, sentado con Kazu, Tadashi y Miya, mientras que Joe y Cherry traían más platos llenos de comida y Shadow acercaba más sillas para sentarse con los chicos. Todos se veían felices. Todos menos él, quién no había sido invitado a aquella reunión, como si no perteneciera al mismo grupo.

Sin querer, sus ojos se desviaron hacia donde se encontraba el pelirrojo, quién tenía a Miya aferrado como un koala mientras que Tadashi le daba de comer, a lo que Reki gritaba que él no era un bebé como para que le dieran de comer.

Después de aquella escena, Langa vió como Kazu aprovechaba y tomaba la mano de Reki. Aquello le dolió a Langa, quién decidió irse de aquel lugar antes de que las lágrimas lo traicionaran, sin ver que Reki había sentido su presencia y había volteado hacia donde estaba, pero Reki no vió a Langa, puesto que el canadiense ya se había ido.