Capítulo 68

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Después de tres horas de viaje agotadoras, las cuales decidieron rotarse para que pudieran descansar, llegaron a Seúl pasadas las dos de la tarde

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Después de tres horas de viaje agotadoras, las cuales decidieron rotarse para que pudieran descansar, llegaron a Seúl pasadas las dos de la tarde. Así que aprovechando que dejaba a Yoon Gi en casa de los padres de Tae Hyung, no dudó en pasar a comprar algo de comer el cual fue recibido con halagos y abrazos, en especial a Yoon Gi quien no veían desde hace tiempo y quien se llevó a sorpresa de que los hermanos de Tae no eran ya los niños de primaria que Kim siempre decía.

En el momento en que apretó el botón de su auto que abría la compuerta del parqueo subterráneo de su edifico, sintió que al fin había llegado a casa aun cuando en ella no iba a haber nadie para recibirlo, pero no le importó mucho. Sólo parqueó el auto en su lugar y bajó su maleta con sólo ropa sucia en ella, para llevarla a rastras al interior del edificio y tomar el ascensor a su piso. Había un sutil silencio que lo sentía melancólico, luego de haber pasado dos semanas llenas de aventuras y sin saber que podía ocurrir, sin embargo, no quietaba el hecho de que se sintiera sumamente agotado.

Cuando el ascensor sonó avisando que había llegado a su piso, la compuertas se abrieron para permitirle el paso para poder salir. Mientras recorría el pasillo que lo llevaba a su puerta pudo notar que había una figura recostada contra la pared junto a esta con la mirada en el teléfono. Seok Jin no se molestó ni siquiera a preguntarse de quien se trataba, ya que le reconoció de inmediato por su tono castaño de cabello y el aura cálida que emanaba por el simple hecho de existir aun siendo verano. En el momento en que oyó los pasos ajenos acercase levantó la mirada para encontrarse con los orbes brillantes del médico que fue incapaz de ocultar una sonrisa un tanto nerviosa.

— Oh hyung, bienvenido a casa. — Saludó el chico guardando su teléfono en el bolsillo de sus jeans, y con una sonrisa que hacía que sus mejillas se tornasen de un tono rosa. — Déjame y te ayudo. — Sin esperar una respuesta sujetó la manilleta de la maleta para que le azabache la soltase.

— Si... gracias. — Pronunció aún algo confundido, pero se concentró en digitar el código de seguridad de su puerta. Ambos ingresaron a la vivienda que milagrosamente estaba bastante limpia y ordenada. La maleta que llevaba el menor se quedó a un lado del salón al no saber dónde exactamente dejarla, para luego tomar asiento junto a Seok Jin en el sofá más grande. — Jae Young, no quiero ser grosero, pero... ¿Qué haces aquí? — Preguntó con cuidado cuando este se sentó y le observó con calidez.

— Vine a verte, por supuesto. —Habló con total simpleza y seguridad, pero eso no evitó que el mayor sintiera sus orejas más cálidas de lo normal. — No voy a mentirte que me hiciste mucha falta estas dos semanas. — Hizo un puchero. — ¿La pasaste bien en Daegu?

— Fue un viaje un poco inusual de lo normal, pero fue bastante agradable. — Se acomodó en el sofá con una tonta sonrisa en el rostro. — Mis sobrinos son lo más preciado que tengo allá y me hizo bien estar con ellos después de dos años. Sé que debe ser confuso, porque no es mi familia como tal, pero-

Una Oportunidad para Volver a Ti | YoonJin/JinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora