Capítulo 14

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Dicen que soñar te transmite algo que puede ocurrir en el futuro , quizás sea verdad, sin embargo yo no lo creía. Sí, mis sueños con mi padre cada vez eran más constantes pero cuando los sentía reales es cuando creía en su mensaje mientras tanto no. Esta vez había sido mi padre y yo caminando por un muelle mientras charlábamos sobre lo magnífico que era volar, libertad.

Un sonido de guitarra provocó que abriera los ojos de golpe.

*Hands down
this is the best day
I can ever remember
always remember
the sound of the stereo
dim of the soft lights
the scent of your hair
as it twirls in your fingers
and the time on the clock
when we realize its so late
and this walk that we share together
the streets were wet
and the gate was locked
so I jumped it
and I let you in
and I stood at your door
with your hands on my waist
and you kissed me like you ment it
and I knew that you ment it
that you ment it
that you ment it
I knew
that you ment it
that you ment it...*

*Manos abajo

este es el mejor día

Que puedo recordar

Y siempre recuerdo

El sonido del estereo

La debilidad de las suaves luces

El olor de tu pelo

Cómo gira en tus dedos

Y el tiempo en el reloj

Cuando nos dimos cuenta era muy tarde

Y esta caminata que compartimos juntos

Las calles estaban mojadas

Y la puerta sellada

Así que las salté

Y te dejé entrar

Y me paré en tu puerta

Con tus manos en mi cintura

Y me besaste como si lo sintieras

Y supé que lo sentías

Que lo sentías

Que lo sentías

Y sabía

Que lo sentías

Que lo sentías...*

Sonreí ante su dedicatoria. Me incorporé viéndolo allí sentado frente a mí describiendo en una canción la maravillosa noche pasada pero memorable.

Finalizó haciendo un último rasgueo, muy de Mick. Dejó la guitarra a un lado de la cama y se arrodilló frente a mí hasta quedar a la altura de mi rostro. 

—¿Cómo dormiste princesa? —susurró despacio. 

Hice un mohín a lo que el respondió con un ceño fruncido. Terminé soltando una risa.

—Muy bien, guapo —cerré la distancia entre nosotros para pegar mis labios a los suyos.

Sonrió contra mis labios.

—Y no me quedan dudas —dijo al separarse un poco —. Sé que no debo arruinar el momento pero tenemos que ir a casa el vuelo sale en la tarde y debemos dejar todo listo —asentí aunque mi fuero interno decía que no quería marcharse aún.

Salí de la cama. Me encontraba desnuda pero no me importaba, Mick por su parte me recorrió con la vista mientras en su rostro se formaba una burlona sonrisa. Me encogí de hombros y me dispuse a buscar mis prendas.

Falacia del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora