Regresamos al edificio a las dos de mañana, el tiempo se fue volando. Creo que los dueños del bar ya nos botaban a patadas.
Estacionó el auto en su espacio reservado y volteó hacia mí.
-¿Qué tal la pasaste? -preguntó nervioso.
-Excelente y mejor junto a ti -tomé su mano.
-Esa es la mejor respuesta -sonrió de lado y besó mis nudillos.
Subimos el elevador, agarrados de la mano, llegamos a mi puerta.
-Hemos llegado - asentí -. Gracias por escucharme y divertirme -sonrió.
-No, gracias por esta hermosa noche que sin ti no hubiera sido tan espectacular -acariciaba su rostro. Se acercó despacio hasta provocar el rozamiento de nuestros labios.
-Te amo más de lo que es posible e imposible -susurró
-"No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero" -mordí su labio inferior y lo abracé fuerte. Mick levantaba en mí sensaciones nunca antes experimentadas. Agarré su cuello demostrando que un beso no era suficiente.
Se separó inhalando fuerte.
-Tranquila princesa -besó mi frente.
-No, quédate -dije segura. Lo necesitaba de esa forma tan íntima pero a la vez tan complementaria.
Su expresión se tornó suave. Agarró ambas manos y las besó mientras me miraba a través de sus largas pestañas.
-No es necesario hacerlo. Créeme cuando te digo que esperaré -eso me desilusionó pero a la vez me fascinó su manera de abstenerse. Me moría de vergüenza que terminé tapándome la cara con las manos. Él las apartó y acarició mis labios con sus dedos.
-No hay de qué avergonzarse. Simplemente sé que no me debo aprovechar de que aún no has tenido intimidad con nadie. Cuando tú estés lista por mí encantado. No quiero que hagas nada por compromiso ni por impulso -besó la comisura de mi boca.
-¿Sabes algo? -pregunté casi pegada a sus labios.
-¿Qué? -dijo sonriendo.
-Soy muy afortunada porque cualquiera no hubiera esperado la ocasión. Tú amor, eres valioso -uní nuestros labios en un beso transmisor de emociones.
Nunca nos percatamos que estábamos fuera de mi departamento, besándonos. Cuando dieron las tres y media se marchó dejándome con ganas de más sin embargo sabía perfectamente que ni por más que quisera tenerlo de esa manera yo estaría lista para manejar la situación. No sabía cómo ser sexy o cómo quitar una camisa, nada. Quizás algún día él me guiaría...
Dormí plácidamente pero cuando desperté eran pasadas las nueve. Llegaría tarde a la tienda. Me levanté de un brinco y corrí a vestirme. Salí a las nueve con seis. En la calle corrí sin importarme la gente alrededor. Llegué a las nueve y cuarto.
Entré a la tienda esperando una llamada de atención de Susan pero Carly me informó que tenía vacaciones así que sugirió que no me preocupara tampoco por Nina pues ella sí comprendía. En efecto luego de mi explicación sólo dijo que tenía derecho a divertirme pero siempre con responsabilidad. El resto de la jornada la pasé dando vueltas por toda la tienda debido a la gestión de clientes.
Llegué al departamento a las tres y media. Cociné algo rápido y comía mientras escribía en la Mac.
¿Qué se sentirá no tener un brazo? ¿Qué se sentirá no tener un riñón? ¿Qué se sentirá sentirse incompleto? A decir verdad no nos sentimos incompletos hasta que perdemos algo tan valioso, puede ser un familiar, un objeto, un amor... Sentirse incompleto es un estado. Conservamos las energías de reserva que almacenamos mientras tuvimos aquello valioso, lo enfocamos allí y la llaga duele cada vez que tocas ese punto.
Así es nuestro corazón y cerebro, podemos guardar todas las cosas buenas pero recordamos que la perdimos y la mente no deja de repetírtelo constantemente. Pensamos que el tiempo borra pero nos equivocamos y mentimos al mismo tiempo pues sabemos que lo necesitamos con urgencia pero aguantamos por orgullo...
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Falacia del Amor
Teen FictionLa vida, la palabra más compleja que existe, sí a mi edad nada es como parece. Las personas que engañan no son de mi agrado más bien las odio, suena irónico pero esas personas son las que más llegamos a amar.