5. La Brigada de la Espada y el Fuego

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El tiempo en la universidad estaba siendo demasiado rápido, desde que volvimos de la cabaña de mis padres veía pocas veces a mis hermanos, normalmente tenían sus prácticas, sobre todo Kill, quien debía asistir al hospital de nuestra madre

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El tiempo en la universidad estaba siendo demasiado rápido, desde que volvimos de la cabaña de mis padres veía pocas veces a mis hermanos, normalmente tenían sus prácticas, sobre todo Kill, quien debía asistir al hospital de nuestra madre. Por fortuna de mi hermano, mamá se había encargado de que lo trataran como si fuera uno más del montón, cosa que a mi hermano le enojó de sobre manera, pero mamá le hizo entender que era lo mejor para él, así era impulsado a aprender. Estos dos meses lo había visto casi querer ir a golpear a uno de los titulares del hospital, hasta amenazó con que al llegar allí los iba a despedir; sabíamos que eso no era verdad, Killion no haría algo como eso jamás. Cloy por su parte, solía estar metido en eventos con papá, asistía a reuniones sociales a las cuales yo todavía no estaba listo, papá me lo hizo saber más de una vez; estaba preparando su trabajo de grado, por lo que su mente estaba tan ocupada que jamás tenía tiempo para estar en familia.

En cambio, yo solía pasarla con Ann a la hora del almuerzo, Alissa y ella eran mejores amigas o lo que sea que sintieran, hasta llegaron al punto de comenzar a salir a fiestas sin mi, no habían celos de parte de Alissa cada vez que le decía que saldría con Ann, parecía todo lo contrario a enojada. Ann era mejor que yo en muchas de las materias que veía, solía ayudarme a estudiar cuando había un examen, habían bromas de por medio, jamás algo fuera de lugar. Estaba cumpliendo mi promesa de tener mi distancia con ella, amigos y nada más. A pesar de las muchas oportunidades que tuve para tomar ventaja en nuestra relación.

—Eres pésimo con esto, Connor.

La risa de la chica resuena por mi habitación como un pequeño silbido, la miro levantando una ceja al momento en el que corro uno de mis caballos. La había convencido de jugar ajedrez en lo que mis hermanos llegaban a casa, era la primera vez en mucho tiempo que podríamos compartir una noche a solas. Mi padre se había ido a un viaje de negocios, mientras mi mamá estaba de turno en el hospital, había logrado convencer a Killion de que le pidiera a mi madre permiso para "descansar" esta noche. Pero solo fue una excusa para poder salir en noche de brujas.

—Te dije que nada bueno saldría de esto, As.

Ann mueve su alfil para matar a uno de mis peones dejando a mi rey vulnerable, gruño bajo negando y tiro mi rey.

»Renuncio a seguir jugando, —niego rápidamente dejando mis manos apoyadas detrás de mi espalda. — tu ganas.

—Lo sé. —Sonríe amplio moviendo su cabello hacia atrás con gracia, una sonrisa se curva en mis labios y casi puedo jurar que mis manos se levantaron un poco para ir hacia ella y tocarlo—. Soy fabulosa.

Ruedo los ojos riendo para ponerme de pie, camino a mi armario sacando una pequeña caja con cartas. La sacudo frente a ella provocando que suelte una risa alta.

—En definitiva, no voy a jugar eso contigo.

—¿Qué? —Frunzo el ceño sonriendo—. ¿Tan mala eres?

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