Pov Ann
Tres Meses Después.
Cuando llegue a este pueblo, llegue con la perspectiva de lograr liberarme de mi padre, el estudiar en esa universidad me abriría puertas en casi todo el mundo; sabía que mis oportunidades de pasar por la vida de algún Gallace, eran reducidas. Al llegar al pueblo mis primeros amigos fueron los Maddsen, una familia que solo tenía chicos, nada opuesto a lo que eran los Gallace...
Bueno, si eran muy opuestos, los Gallace tenían el poder de destrozarles la vida si querían, o eso me habían dicho. Me infundieron terror hacía ellos, sobre todo hacía Connor.
"Es el más manipulador de los tres."
"Connor tiende a jugar con las chicas nuevas."
"Mantente alejada de ellos, son muy orgullosos."
Les creí cada palabra, no puedo mentir con eso, les creí cuando me dijeron que Connor había logrado que lo expulsaran por golpear a una chica, porque aparte de todo, era alguien que no controlaba sus impulsos. Connor fue descrito como el chico malo de la universidad...
¿Por qué nunca vi esa maldad en él?
Ante mis ojos; el solo era un niño pequeño, uno que no conocía la palabra "no", donde en su mente existía el dominarlo todo, porque sus padres le enseñaron que así funcionaba el mundo. No existía el rechazo en su mente, entre más quise alejarlo de mí, más cerca de mí lo tuve. Como si fuera un Karma, uno que sin que lo planeara, se apodero de cada parte de mi mente y corazón. No me puedo arrepentir de nada de lo que paso con él, porque fue un amor inocente. Ambos somos niños, tal vez una parte de mí lo sabía y por eso quise alejarme de él, pero mi otra parte, la que aún le pertenece, sabía que su llegada a mi vida era un desastre del cual yo no podía renunciar o escapar. Él uso su poder para llegar a mí, no me iba a deslumbrar por sus agobiantes eventos de etiqueta o esos viajes en auto privado... Puede que si me dejara deslumbrar. Yo nunca tuve nada de esto en mí vida y aunque no fue mi intención llegar a él para tenerlo todo, se dio. El me lo dio todo, el intento dármelo todo a pesar de que su madre no lo quería de esa manera. Sin embargo, sus planes y mis planes, ya no eran los mismos, no seriamos solo: Ann y Connor. Su bebé estaba aquí.
Su bebé...
Su bebé.
Por un momento se cruzaron tantas palabras de mi padre y los Maddsen, sus reproches, sus advertencias, sus bromas de por qué Connor jamás saldría conmigo...
¿Serian verdad?
Yo no merecía llevar el apellido Gallace, ni en cinco años, ni ahora, ni nunca. Yo era Annabeth Gilmore, hija de padres separados, controlada por su padre y salvada por su hermano mayor. Una chica a la que su madre jamás le importo cuidar, porque en su mente, yo no existía. Era esa chica a la cual preferías esconder por su manera de vestir, por sus gustos raros en música y su comportamiento tan... duro. No era hija de nadie importante, no era heredera a una gran empresa y no tenía un buen apellido que mantener.
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La Casa De Naipes
Novela Juvenil¿Existe algo más que tu alma gemela? Para Connor Gallace ésta pregunta no dejó de rodar por su cabeza desde el momento en el que conoció a la mujer que para él, es su amor verdadero. Sin embargo, al mismo tiempo comenzará a existir en su vida, una m...