En un juego de naipes, cada carta es importante, incluso hasta el último comodín, la estrategia era el arma más importante de los jugadores, sin saber que movimientos hacer; solo significaría perder. El jugador debe pensar muy bien qué baraja mostrar para hacer que su contrincante pueda decir "renuncio". Muchos dirán que es un juego de suerte, otros de inteligencia, pero ellos lo comparan más con un juego de "maniobra".
Pongamos un contexto. El pueblo de Gresyt sería el centro de juego, los habitantes serían las cartas, Hans y Greta Gallace serían los court cards*, el King y la Queen. Los hermanos Gallace serían los jugadores. Tomando cada movimiento del otro, como estrategia para ganar. Sin embargo, el juego no consistía en ir hermanos contra hermanos. Eran sus padres los que irían por ellos para impedir que sus estrategias los hicieran ganar, a pesar de ser simples figuras, ellos tenían poder, poder sobre su juego. No eran la familia perfecta, no eran los padres amorosos que todos observaban, eran manipuladores.
La nueva partida comenzaba, una nueva sala de juego casi había sido comprada por el apellido Gallace, nueva biblioteca, nueva enfermería, nuevos salones, todo gracias al pequeño bono navideño de la familia. Se rumoraba que aquello solo se había hecho para la integración de su hijo menor, el chico había pasado su último año escolar en un internado, su mal comportamiento había causado que ni el dinero de sus padres pudiera ayudarlo a seguir en esa escuela. No tenía mucho de haber regresado al costoso pueblo de Gresyt, listo para comenzar su carrera. Esta vez aparentaba ser más maduro que hace algunos años atrás, a lo mejor seguiría el ejemplo de sus hermanos mayores y se convertiría en el caballero que su madre deseaba. Sus hermanos eran menos atrevidos, no destruían lo que querían, creyendo que con solo sonreír podría recuperarlo, eran más razonables a la hora de actuar, menos impulsivos".
Ojalá yo, su hermano menor pueda aprender de ellos.
Los hermanos Gallace. Los hermanos más grandes y poderosos de todo el pueblo. Los chicos malos. El pecado que estaba en la mente de las chicas del lugar, los hombres indomables. Un cliché en el mundo estudiantil, pisábamos por primera vez la universidad Chilton. No tenía más de diez años en funcionamiento, estaba cerca de nuestro hogar, tan solo a unos cuarenta y cinco minutos de camino. Mis padres prácticamente habían comprado esta universidad y la adecuaron para nuestra educación. Solo era su forma de manipularnos, lo sabíamos muy bien. Aunque no me interesaba en absoluto esto de ellos, solo lo aceptaba para poder adquirir lo que me correspondía de mi parte de la herencia. La empresa de mi abuelo paterno.
—Mamá dijo que este año había donado una nueva biblioteca —Cloy, mi hermano mayor. Sale del auto viendo el edificio con recelo, a pesar de casi terminar sus estudios de economía, él no se había terminado de acostumbrar a este lugar, en realidad, su sueño fue ir a Harvard, pero mis padres no se lo permitieron claramente—, quiere que hagamos acto de presencia en ese lugar, por lo menos hoy.
— ¿Una biblioteca? —Mi hermano mediano, Killion, frunce su ceño una vez que cierra la puerta del auto. Este semestre se la pasaría más en rotaciones que en la universidad y para su suerte, iría a hacer sus prácticas en la clínica de mi madre, a diferencia de cómo me hubiera puesto yo por aquello, Kill estaba feliz.
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La Casa De Naipes
Fiksi Remaja¿Existe algo más que tu alma gemela? Para Connor Gallace ésta pregunta no dejó de rodar por su cabeza desde el momento en el que conoció a la mujer que para él, es su amor verdadero. Sin embargo, al mismo tiempo comenzará a existir en su vida, una m...