Capítulo 12

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Recuerda que la última vez subí un maratón de dos capítulos. Asegúrate de haber leído el capítulo 11.

Si ya lo has leído...

...¡disfruta del nuevo!

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¿Y si voy a casa?

¿Y si te encuentras a Jocelyn?

Sí, ya lo había pensado... No me gustaría enfrentarme a solas con mi madre.

Puedes pedirles que vengan.

Pero si hago eso y Ashton se entera se enfadará porque no le han avisado y está claro que, no se va a querer arriesgar a que nos descubran...

Unos golpes en la puerta hacen que deje de dar vueltas en la silla y me acerque haciendo eses a abrir.

¿Cuántos años decías que tenías?

Dar vueltas es divertido, tengas cinco, diez o veinte años.

Cuando abro frunzo el ceño.

―¿Desde cuándo llamas a la puerta?

―He decidido que sólo la voy a usar cuando no me contestes.

Analizo su expresión. Miente.

―Te has olvidado de coger la llave, ¿verdad?

Eric me sonríe y me da un beso rápido en los labios.

―Que novia más lista tengo ―dice entrando a la habitación sin ser invitado―. Bueno, ¿qué hacías? ―pregunta sentándose en la silla para empezar a dar vueltas.

Si es que sois iguales.

―Quiero ir a casa, pero no quiero enfrentar a mi madre y no sé cómo hacer.

Como siempre, espera unos segundos por si quiero añadir algo más, cosa que no hago.

―¿Por qué tan de repente?

Suspiro y me siento con las piernas cruzadas en la cama.

―Ayer no me podía dormir y llamé a Andrew. Eddie tampoco podía dormirse y al final nos contó un cuento a los dos ―contesto encogiéndome de hombros. Quiero verlos.

―¿Por qué no me llamaste? ―pregunta frunciendo el ceño algo molesto―. Cuando pasamos las noches juntos no tardas en quedarte dormida y no sueles tener pesadillas.

―Ya... ―murmuro mirándome las manos que se han vuelto muy interesantes en los últimos diez segundos. Nos quedamos un rato en silencio así que no me queda más remedio que continuar―. No quería ser pesada ―digo sin mirarle.

No hay respuesta, pero no cambio mi postura. Unos segundos después noto el colchón hundiéndose y sus brazos rodeándome por la espalada.

―Eres imbécil ―dice depositando un beso en mi cabeza y tumbándose en la cama me mira―. La próxima vez que te pase algo así y no me llames vas a conocer la ira Collins.

El amor no es para mí [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora