Capítulo 25

73 6 2
                                    


Capítulo final

Hace cuatro días que fue el certamen y ahora estoy de camino a Firwoods con mi hermano e Ian

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hace cuatro días que fue el certamen y ahora estoy de camino a Firwoods con mi hermano e Ian. Pensaba que después de haberle dado ese puñetazo Ash estaría más insoportable que la otra vez, sin embargo no hay una gran diferencia.

Como hace un mes que estuvimos aquí los saludos cuando llegamos son algo menos efusivos, pero llenos del mismo cariño. Todo está igual excepto las cajas que se amontonan al lado de las escaleras para decorar la casa con los adornos navideños y el árbol. Aunque Eddie quería ponerlo todo el uno de diciembre, papá y Andrew lograron convencerlo para que nos esperara a nosotros.

Bastet también ha cambiado y es que en un gatito, un mes se nota mucho. Se me reboza un poco en las piernas hasta que se aburre y se sube encima de las cajas como la reina que es.

―Hay que poner los adornos ya ―dice Eddie en cuanto nos quitamos los abrigos.

―Hijo, deja que dejen las cosas en sus habitaciones y que descansen un rato, acaban de llegar de viaje y las decoraciones no se van a ir a ningún sitio y, desgraciadamente tampoco se van a poner solas.

Eddie se va enfurruñado a su habitación y yo sonrío porque mi hermano pequeño enfadado me da mucha ternura.

Ash se ha tumbado en el sofá y creo que se ha quedado dormido e Ian después de despedirse de mi padre y Andrew ha subido a la habitación de mi hermano a descansar o a hablar con Khlóē. Papá se va a la cocina a comprobar que Eddie ha limpiado la caja de arena de Bastet. Por mi parte miro dubitativa las escaleras.

―Hemos arreglado tu habitación, si es por eso por lo que estás dudando en subir. Si dudas por cualquier otro motivo te puedes quedar en la mía ―me explica Andrew antes de darme otro abrazo que le devuelvo.

―Creo que voy a estar bien en mi habitación, gracias.

―Para eso estamos los hermano mayores ―responde elevando la voz más de lo normal y estoy segura de que lo hace para que Ash se entere.

Le dedico una sonrisa y me voy a mi habitación. Abro el armario con un nudo en el estómago sin dejar si quiera la mochila en el suelo por si tengo que salir corriendo a la habitación de Andrew, pero no hay nada. No podría ni señalar el sitio donde mi madre escribió esa palabra.

Dejo la maleta en el suelo y me siento en la cama con las piernas cruzadas. Saco la carta de Matt de la libreta de origami que tengo en mi mochila y la releo.

«Nos vamos a volver a encontrar.»

Y no puedo describir las ganas que tengo de que eso ocurra.

La vuelvo a guardar y voy a sacar una hoja para hacer una ranita cuando me interrumpen unos golpes en la puerta. Mi padre abre sin esperar respuesta y habla:

El amor no es para mí [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora