Secretos.
Mentiras.
¿Por qué lo ocultaron?.
Desde lo ocurrido en la cámara de los secretos Jade no puede sacarse de la mente todo lo que Tom Ryddle o más bien Voldemort le dijo.
A intentado buscar respuestas pero no ha tenido suerte. Y ahora un prob...
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Vacaciones.
Jade de verdad estaba disfrutando de sus vacaciones aunque no podía sacarse de su mente lo que Tom Ryddle le había dicho.
Podría haber estado mintiendo, si, seguro estaba mintiendo, aunque... la curiosidad le ganaba a JJ así que durante su viaje a New York en el cual visitaron a sus tíos; aprovechó para tratar de sacar información que asegurara que no era adoptada. Por otro lado Kiara de vez en cuando seguía teniendo sus sueños extraños.
Se encontraban en una plaza, sus tíos, sus padres, su primo y ella, las dos hermanas querían comprar ropa por lo que arrastraron también a Kiara.
—Mère... me puedes contar más anécdotas de cuando era una hermosa bebe —pidió JJ viendo ropa distraídamente.
—Cuéntale cuando a los tres años se comió una planta —sugirió su tía riendo mientras se veía en un espejo con una blusa encima.
—Esa ya me la contaron —dijo Jade con una mueca, y no era necesario que se lo recordaran por qué se acordaba perfectamente.
—Entonces cuéntale cuando obligó a Benny a ponerse su vestido —Benjamin o como ellos lo llamaban, Benny, era su primo— que por cierto se le veía hermoso.
—No me refiero a esas anécdotas —JJ dijo poniéndose unos lentes de sol y viéndose en el espejo para luego posar— me refiero literalmente cuando era una bebe.
—B-Bueno recuerdo que se te dio por decir Jali, esa fue tu primera palabra y no dejabas de decirla —dijo su madre agarrando un suéter para después dárselo a Kiara.
—¿Jali? ¿A qué me refería?.
—Nunca lo supimos —contestó su tía mientras caminaba por la tienda— pero era como si te gustara mucho decirlo, recuerdas como le brillaban sus ojitos cada vez que lo decía.
Su madre asintio— Era tu palabra favorita, pero poco a poco la dejaste de decir.
Jade iba a volver a hablar pero su tía se adelantó— Podemos dejar de hablar de eso un momento y concentrásemos en la ropa, tú muchachita —señaló a JJ con unos lentes—necesitas cambiar esa ropa, deja de usar lo que no te gusta y concéntrate en lo que si te gusta.
—Tú tía tiene razón, es momento de innovar, este verano has crecido y cambiado mucho, así que, ¿Por qué no un cambio de look? Sé que no te gusta hacer siempre lo mismo, así que salgamos de tu zona de confort.
