15.- 𝑳𝑨 𝑺𝑬Ñ𝑶𝑹𝑨 𝑮𝑶𝑹𝑫𝑨

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—¿Así que pensabas que no te creíamos capaz de enfrentarte a un boggart? —dijo Lupin astutamente.

—Bueno... de Kiara no me sorprendería —dijo Potter.

—El tiene un punto —dijo JJ mientras se hacía una coleta.

—Profesor Lupin, usted conoce a los dementores...

Le interrumpieron unos golpes en la puerta.
—Adelante —dijo Lupin.

Se abrió la puerta y entró Snape. Llevaba una copa de la que salía un poco de humo y se detuvo al ver a Jade y a Potter. Entornó sus ojos negros.

—¡Ah, Severus! —dijo Lupin sonriendo—. Muchas gracias. ¿Podrías dejarlo aquí, en el escritorio? —Snape posó la copa humeante. Sus ojos pasaban entre los tres— Estaba enseñando a Harry y a Jade mi grindylow —dijo con cordialidad, señalando el depósito.

—Fascinante —comentó Snape, sin mirar a la criatura—. Deberías tomártelo ya, Lupin.

Jade entendió que lo que había en la copa era poción matalobos.

—Sí, sí, enseguida —dijo Lupin.

—He hecho un caldero entero. Si necesitas más...

—Seguramente mañana tomaré otro poco. Muchas gracias, Severus.

—De nada —respondió Snape.

Potter miró la copa con curiosidad. Lupin sonrió.

—El profesor Snape, muy amablemente, me ha preparado esta poción —dijo—. Nunca se me ha dado muy bien lo de preparar pociones y ésta es especialmente difícil. —Cogió la copa y la olió—. Es una pena que no admita azúcar —añadió, tomando un sorbito y torciendo la boca.

—¿Por qué...? —comenzó Potter.

—No deberíamos meternos en eso Rayito.— interrumpió Jade.

Lupin los miró y respondió a la pregunta que Potter no pudo acabar de formular: —No me encuentro muy bien —dijo—. Esta poción es lo único que me sana. Es una suerte tener de compañero al profesor Snape; no hay muchos magos capaces de prepararla.

—El profesor Snape está muy interesado por las Artes Oscuras —barbotó. Kiara supo exactamente lo que quería decir con eso.

—¿De verdad? —preguntó Lupin, sin mucho interés, bebiendo otro trago de la poción.

—Hay quien piensa... —Potter dudó.

—Hay quien piensa que sería capaz de cualquier cosa para conseguir el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras; pero este no podría ser el caso James, el profesor Lupin ya dijo que es para que el se sane. —aclaró Jade.

Lupin vació la copa e hizo un gesto de desagrado. —Asqueroso —dijo—. Bien, chicos. Tengo que seguir trabajando. Nos veremos en el banquete.

—Vámonos Potter nos están corriendo con cortesía —dijo dejando su taza de té.— yo.. bueno.. ¿linda noche?, no sé cómo decirlo.

𝐉𝐀𝐃𝐄 𝐘 𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍𝐄𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐙𝐊𝐀𝐁𝐀𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora