𝐉𝐀𝐃𝐄 𝐘 𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍𝐄𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐙𝐊𝐀𝐁𝐀𝐍

25.- 𝑷𝑹𝑰𝑴𝑬𝑹𝑨 𝑪𝑳𝑨𝑺𝑬

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Cómo Jade no traía su varita para hechizar la figura la hizo levitar con su poder por toda la sala común hasta que llegó a Potter que agarro la figura y la detuvo en su mano sin ni siquiera verla.

Kiara iba a reclamarle pero el agujero del retrato se abrió y Hermione apareció acompañada por la profesora McGonagall.

Aunque la profesora McGonagall era la jefa de la casa de Gryffindor, Jade sólo la había visto en la sala común en una ocasión y para anunciar algo muy grave. Kiara se sentó mejor y Hermione pasó por su lado, se sentó, agarro el primer libro que encontró y ocultó la cara tras él.

—Conque es eso —dijo la profesora McGonagall con los ojos muy abiertos, acercándose a la chimenea y examinando la Saeta de Fuego—. La señorita Granger me acaba de decir que te han enviado una escoba, Potter.

Los tres se volvieron hacia Hermione. Podían verle la frente colorada por encima del libro, que estaba del revés.

—¿Puedo? —pidió la profesora McGonagall. Pero no aguardó a la respuesta y le quitó a Potter la saeta de las manos. La examinó detenidamente, de un extremo a otro—. Hum... ¿y no venía con una nota, Potter? ¿Ninguna tarjeta? ¿Ningún mensaje de ningún tipo?.

—Nada —respondió Potter, como si no comprendiera.

—Ya veo... —dijo la profesora McGonagall—. Me temo que me la tendré que llevar, Potter.

—¿Qué?, ¿qué? —dijo Potter, poniéndose de pie de pronto—. ¿Por qué?.

—Tendremos que examinarla para comprobar que no tiene ningún hechizo —explicó la profesora McGonagall—. Por supuesto, no soy una experta, pero seguro que la señora Hooch y el profesor Flitwick la desmontarán.

—¿Desmontarla? —repitieron JJ y Ron, como si la profesora McGonagall estuviera loca.

—Tardaremos sólo unas semanas —aclaró la profesora McGonagall—. Te la devolveremos cuando estemos seguros de que no está embrujada.

—No tiene nada malo —interfirió Kiara.—. Francamente, profesora...

—Eso no lo sabes —observó la profesora McGonagall con total amabilidad—, no lo podrás saber hasta que hayan volado en ella, por lo menos. Y me temo que eso será imposible hasta que estemos seguros de que no se ha manipulado. Te tendré informado Potter.

JJ se levanto—Minnie...

—Ni lo intentes —La profesora McGonagall dio media vuelta y salió con la Saeta de Fuego por el retrato, que se cerró tras ella.

Ron se volvió hacia Hermione.
—¿Por qué has ido corriendo a la profesora McGonagall?.

Hermione dejó el libro a un lado. Seguía con la cara colorada. Pero se levantó y se enfrentó a Ron con actitud desafiante:
—Porque he pensado (y la profesora McGonagall está de acuerdo conmigo) que la escoba podía habérsela enviado Sirius Black.

Ron iba a alegar pero Kiara lo frenó— Su intención fue buena Ronnie, ella vio por la seguridad de.. tu amigo.

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Ron y Potter estaban enojados con Hermione, Ron no podía decirle algo malo a JJ porque sabía que ella la entendía pero no le gustaba que defendiera a Hermione.

—¡Deja de defenderla! —espetó Ron.

—Hasta que no entiendas el punto de Hermione no quiero que me hables, porque si lo haces o escuchó que hablas mal de ella te irá muy mal a ti.