𝐉𝐀𝐃𝐄 𝐘 𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍𝐄𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐙𝐊𝐀𝐁𝐀𝐍

2.- 𝑹𝑬𝑬𝑵𝑪𝑼𝑬𝑵𝑻𝑹𝑶

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Cuando JJ llegó al comedor vio su carta de Hogwarts percatándose de que era más gruesa de lo normal, rasgó el sobre, extrajo la primera página de pergamino y leyó:

Estimada señorita Anderson:

Le rogamos que no olvide que el próximo curso dará comienzo el 1 de septiembre. El expreso de Hogwarts partirá a las once en punto de la mañana de la estación de King's Cross, andén nueve y tres cuartos.

A los alumnos de tercer curso se les permite visitar determinados fines de semana el pueblo de Hogsmeade. Le rogamos que entregue a sus padres o tutores el documento de autorización adjunto para que lo firmen.
También se adjunta la lista de libros del próximo curso. Atentamente,

Profesora M. McGonagall Subdirectora

Jade extrajo la autorización para visitar el pueblo de Hogsmeade y la examinó, sabía que era un pueblo enteramente dedicado a la magia y por lo que le contaban parecía que es uno de los mejores lugares.

—Me tienen que firmar esto —JJ extendió el permiso a sus padres.

—Es para...? —su padre lo leyó— autorizarte que vayas a Hogsmeade.

—Vamos fírmenlo —Kiara les dio una sonrisa inocente.

—Solo lo vas a firmar si NOSOTROS te dejamos. —aclaró Sofia.

—Si, si ya, ahorrémonos todo ese sermón sabemos que si me van a dejar ir, vamos que esperan —hizo un ademán de que lo firmaran.

—Lo firmaremos después de desayunar—sentenció su madre.

Terminaron de preparar el desayuno, encendieron la televisión y la vieron mientras comían. El presentador de televisión, comenzó a informar sobre un recluso fugado.

«Tenemos que advertir a los telespectadores de que Black va armado y es muy peligroso. Se ha puesto a disposición del público un teléfono con línea directa para que cualquiera que lo vea pueda denunciarlo.»

Sofia apagó la televisión— M-Mejor comamos.

—No escuchamos de donde... —decía JJ.

—¡Eso no te importa Kiara!. —la chica se sobresaltó por el repentino cambio de humor de su madre.

Las vacaciones siguieron normales, JJ hacía sus tareas, recibía cartas de Hermione y Ginny, y por fin había aprendido a "maquillarse" aunque no lo hacía diario. Por unas semanas había creado una costumbre de quedarse por las noches en el asiento de su ventana viendo las estrellas, era como si algo le dijera que lo hiciera aunque aveces se sentía vigilada y dejó de hacerlo cuando una noche vio una sombra entre unos arbustos, parecía un perro negro y enorme que tenía ojos grandes y brillantes.

Sus padres habían firmado el permiso para que ella fuera a Hogsmeade aunque no se les veía para nada felices por hacerlo.

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Era el último día de vacaciones,  Alexander y Sofia llevarían a Jade el caldero chorreante.

—Pórtate bien —dijo Sofia afuera en la puerta del caldero chorreante.

—Que haga travesuras cada semana, me parece bien —hablo JJ.